Como desconcertante y paradójico consideró el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, el anuncio hecho por las autoridades para incorporar al IMSS a 25 mil guatemaltecos que tendrán en el país un estatus de trabajadores temporales, pues la pandemia evidenció que más de la cuarta parte de los mexicanos no tiene acceso a los servicios de Salud.
Consideró que la responsabilidad primera del gobierno es con los gobernados y ahí tendría que haber también justicia social, pero no se puede ser “candil de la calle y oscuridad de la casa”.
Como se recordará, ese anuncio fue hecho en días pasados por los presidentes de México y Guatemala al dar a conocer que la intención era dar ese servicio a los trabajadores que cuentan con la tarjeta de Visitante Trabajador Fronterizo expedida por el Instituto Nacional de Migración.
Incluso, el director del IMSS, Zoé Robledo, señaló que con ese compromiso se da cumplimiento a una deuda histórica y al momento ya se echó a andar ese programa.
Al respecto, el vocero de la Diócesis de Orizaba mencionó que el presidente de México debe ver primero por el beneficio de la población mexicana y una vez logrado compartirlo con otros, pero no se puede descuidar a los propios gobernados, cuando actualmente ese instituto no garantiza la atención adecuada para sus propios derechohabientes.
Aunado a ello, recordó, hay 33 millones de personas que no tienen acceso a esos servicios de salud, por lo que éstos deberían ser prioridad.
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