El domo del mercado Benito Juárez, se convirtió en un ‘palomar’ lo que afecta a algunos locatarios, debido a la abundante cantidad de heces que dejan las aves en una parte del pasillo y barandales.
Los afectados consideraron que es necesario aplicar un control de plaga, debido a la toxicidad de la materia fecal de las palomas, que además genera un mal olor en la central de abasto, que podría afectar a los puestos de alimentos.
Incluso, una de las vendedoras de jugos ha tenido que improvisar un techo con una lona, que es donde termina el excremento de las palomas, que han convertido la segunda planta del mercado como refugio.
Para los afectados, la presencia incontrolada de palomas es una fuente de enfermedades por la acumulación de excremento.
Para el veterinario Alfonso López, los nidos de estas aves suelen ser reservorio y hábitat de insectos, causantes de múltiples alergias en humanos, por lo que consideró que es necesario minimizar los riesgos para la salud que generan ciertas aves en los entornos urbanos.
Los vendedores del mercado, esperan que se pueda realizar trabajos de limpieza, además que piden que la celosía que rodea el inmueble, sea sellada para impedir que las aves ingresen.
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