Juan Ramón "Dandy", un accidente lo orilló a dejar su oficio

Durante cuarenta años se dedicó a realizar el cambio de imagen de varones y mujeres, con el oficio que aprendió durante la adolescencia logró pagar los estudios profesionales de sus hijos, asegurarle el patrimonio a su familia siendo discapacitado, sin embargo una caída que sufrió hace tres años lo alejó de lo que más le agrada.

Juan Ramón Torres Herrera, ampliamente conocido como el Dandy, ha enfrentado los retos que se le han presentado en la vida, cuando cumplió un año de edad los médicos le diagnosticaron parálisis infantil, discapacidad no le impidió prepararse, estudiar y aprender el oficio de peluquería.

Al cumplir los 17 años de edad, comenzó a efectuar cortes de cabello, hasta que obtuvo una cartera de clientes con las que apoyaba económicamente a su madre, después de varios años Ramón Torres cerró su local en el municipio de Agua Dulce donde nació y llego a Nanchital en busca de nuevas oportunidades considerando que por tratarse de un municipio con miles de empleados de PEMEX, y durante un tiempo trabajo con Francisco “paco el peluquero”, para después instalar su propio local cuando compró su herramienta.

“Tengo nostalgia de recordar que llevo un año sin trabajar, por tener complicaciones en mi salud, eso derivado a una caída que sufrí en el año 2019, a pesar de los retos que en la vida se han presentado, el ingenio del hombre me sirvieron para trabajar durante 40 años, mande hacer una silla especial para sentarme mientras realizaba los cortes a mis clientes, porque no podía pasar mucho tiempo parado a consecuencia de mi discapacidad, estoy orgulloso de mi oficio porque uno de mis hijos la aprendió y con ello asegura el sustento de su familia”, expresó Juan Ramón Torres peluquero conocido como “Dandy”.

Los cortes casquetes, capas planas, dibujo de barba, era lo más solicitado por sus clientes, de los municipios de NanchitaL, Ixhuatlán del Sureste, Moloacán, y cuando se aproximaba la temporada del servicio militar, ciclo escolar los niños y jóvenes realizaban filas para el cambio de imagen.

“Mi oficio me dio la oportunidad de conocer a mi esposa, formar mi familia, ofrecerle oportunidades de estudios a mis hijos y conocer cientos de personas que sin conocerme me dieron la oportunidad de realizarle en múltiples ocasiones el corte de cabello, entre ellas varias damas”, dijo Juan Ramón Torres Herrera.