Para salir del encierro ocasionado por la pandemia, muchas familias de la región e incluso de otros estados del sureste mexicano, buscan el contacto con la naturaleza, para ir en la búsqueda de la paz y tranquilidad que se ha perdido.
El parque ecológico Jaguarundi, que se encuentra a la entrada del ejido Cangrejera I dentro de la zona industrial de Coatzacoalcos, ha sido el lugar predilecto para quienes buscan tomar un respiro enmedio de esta contingencia sanitaria.
Hasta antes de la pandemia, mensualmente llegaban entre mil 200 a mil 300 visitantes, cifra que se redujo hasta en un 90 por ciento con la aparición del virus SARS-CoV-2.
"Desde que comenzó el semáforo rojo las familias si se están cuidando, no están accediendo al parque como con anterioridad se hacía", confirmó la bióloga Marta Cruz Meza, encargada del área de educación ambiental del parque Jaguarundi.
Todas las familias que llegan hasta este parque lo hacen con cubrebocas, en grupos pequeños, cumpliendo con todas las medidas sanitarias estipuladas por la Secretaría de Salud.
Con la tercera ola del Covid-19 mensualmente llegan de 300 a 400 familias a esta reserva natural, pero hay días en que no reciben ni un solo visitante.
"Recibimos muchas visitas de Tabasco, principalmente de Coatzacoalcos, de Nanchital, de Mundo Nuevo, que es donde estamos más cerquita, hemos recibido visitas de todas partes del país en menor proporción, y de otros países del mundo", abundó.
En este parque, las familias pueden practicar el senderismo, ciclismo, o hacer kayak, teniendo oportunidad de forma gratuita de conocer la flora y fauna de la región.
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