Las personas que se encuentran recluidas por el delito de ultrajes a las autoridad se encuentran deprimidas, frustradas y expresan gran impotencia, mencionó Tania García Carreón, licenciada en Teatro y maestra en Artes Escénicas, quien se encuentra trabajando con internos en los penales sobre expresión corporal como parte de un trabajo de reinserción social.
Comentó que desde hace algunos meses ha estado trabajando con los reclusos del penal ubicado en Pacho Viejo y ha podido constatar que aquellos que sí cometieron un delito no dudan en aceptarlo, narran cómo lo cometieron o incluso tratan de justificarlo.
Sin embargo, en el caso de quienes están ahí por ultrajes a la autoridad, muestran un comportamiento distinto, pues se les nota desesperados, otros más con depresión y en general todos con un grado de impotencia y frustración.
Algunos de los internos se han acercado a ella para relatarles sus casos como una forma de desahogo, además de que han encontrado en las clases de teatro una forma de expresarse y, sobre todo, de poder aliviar su interior.
En los meses que lleva trabajando al interior del penal con los reclusos, le han relatado diversos abusos en sus detenciones y en sus procesos, razón por la cual ya se encuentran desesperados.
Ante esto, ella intenta aliviar su situación con trabajos de expresión corporal y montaje de algunas pequeñas obras que los distrae y logra que se enfoquen en otros temas.
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