Iglesia pide sumar esfuerzos para frenar contagios de COVID-19 en Orizaba

Se deben sumar esfuerzos para que cada persona, desde su trinchera, haga fuerza para terminar con la cadena de contagios del virus COVID-19, el cual está robando la vida, la paz y la alegría de muchas familias, así lo señaló el vicario de la Catedral de San Miguel Arcángel, Javier Yael Cebada Tejeda.

Asimismo, pidió a todos los ciudadanos continuar con las medidas sanitarias y, al mismo tiempo, pidió a los incrédulos que se den la oportunidad de platicar con las personas que han sido contagiadas con la enfermedad o que han perdido a un ser querido.

‘Deben entender que no es un show montado, muchas personas de otras ciudades, como la Ciudad de México, platican con lágrimas y platican con un corazón real, también aquí en Orizaba; yo pediría que se den la oportunidad de preguntarle a alguien. En Orizaba, tenemos muchos contagios, yo conozco personas y seguramente todos conocemos a alguien. Hay que correr la voz de que esto no es un invento, esto es real y nos está afectando a todos’, dijo.

El sacerdote aseguró que esto no es más que el reflejo de la cultura que se tiene en el país, relacionado a la salud,y muchos logran cambiar su pensamiento hasta que ocurre una desgracia en casa o cuando lo viven en carne propia.

Esto luego de que el vicario de la Catedral emitiera un mensaje de paz y esperanza, a 21 integrantes de la Delegación Veracruz Sur, de los cuales cinco son médicos y 16 enfermeras que van de apoyo a Chapultepec 2020.

‘Los bendigo en nombre de Dios. Como somos hijos de Dios por el bautismo, y con mucho entusiasmo, pido al Señor que los haga fuertes valientes y que el señor Jesús, que curó con su mano poderosa a muchos hombres y mujeres que en su tiempo clamaban la salud, también a través de estos hombres y mujeres, extienda la salud a muchos de ellos’.

El Prelado reconoció la valentía de estos héroes de la salud que sacrifican familia, tiempos y fiestas para salvar la vida de desconocidos, los cuales dependen de un respirador para vivir.

‘Esta gente está cediendo de su tiempo, se está desprendiendo de su familia, pero también, de manera catastrófica, no sabemos si se volverán a encontrar. Esperemos en Dios que sí, porque van con esa valentía a tender mano de vida’.

‘Pero me quedo pensando cómo se quedan sus familias tras esas despedidas, eso nos debe sensibilizar sobre que otros se van, en estas fechas significativas, y se sacrifican, en lugar de estar con su familia para pasar una cena de Navidad. Se están sacrificando por irle a tender la mano a alguien que no conocen pero, al darles lo que Dios les ha dado en sus dones, Dios los va a compensar’, agregó.