Nada quedó; maquinaria, herramientas, tuberías, tractocamiones, árboles, entre otras cosas y la mayor parte de las instalaciones quedaron destrozadas a más de 24 horas del estallido que provocó las intensas llamaradas en el Centro de Almacenamiento Estratégico Tuzandépetl.
Durante la noche del jueves, personal de Petróleos Mexicanos y de los cuerpos de emergencia, reabrieron el tramo carretero Nanchital-Villa del Espíritu Santo, al controlar el incendio del pozo al 100 por ciento después de varias horas de trabajo arduo.
En el recorrido realizado por Diario del Istmo, se observó que los elementos de seguridad física se encargan de mantener vigilada la zona siniestrada, mientras que otras cuadrillas están comisionadas en la limpieza del área.
De acuerdo a las versiones que surgieron en el lugar, el fuego generó afectación en un perímetro superior a una hectárea, se desplomó una torre metálica, parte del complejo se encuentra sin energía eléctrica, así como una afectación a la flora y fauna, donde el petróleo crudo escurrió.
El portón de metal quedó casi fundido, los pedazos de concreto, los árboles quemados, y a pesar de las trampas, se filtran residuos de crudo al río Coatzacoalcos.
Se presume que los daños de este siniestro ascienden a millones de pesos en la producción, no solo de esta planta, también de las que se encuentran en el pequeño sector industrial del municipio de Ixhuatlán del Sureste, el cual quedó paralizado.
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