Un cortejo fúnebre compuesto por familiares y amigos acompañó este miércoles a Jair Mandujano Pérez (de 36 años de edad) a su última morada: el panteón Hidalgo, en donde se le hizo una emotiva despedida con mariachis que entonaron melodías como “Amigo”, “El rey” y “Te vas ángel mío”, que expresaban el sentir de los presentes.
Era un reconocimiento al trabajador que ahora es recordado como buen padre de dos menores y buen esposo, familia por la que trabajaba con esmero pero que, desafortunadamente pereció en la explosión ocurrida en la plataforma “Eku-Alfa” de la Sonda de Campeche el pasado 22 de agosto.
Después de una parada en el puerto de Veracruz, el cuerpo de Jair fue conducido a su domicilio situado en la colonia Hidalgo, en Minatitlán, adonde concurrieron sus amigos y familiares para darle el último adiós que culminó ayer en el panteón, adonde solamente tuvieron acceso su esposa y sus hijos, debido a las restricciones por el covid.
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