Con una misa de cuerpo presente en la capilla del Inmaculado Corazón de María, familiares, amigos y vecinos de la Unidad Canacintra Ojo de Agua dieron el último adiós al pequeño Alan Fernando de 12 años de edad, quien fue asesinado durante la tarde del lunes al interior de su domicilio.
En medio del dolor lo acompañaron hasta su última morada en el cementerio Juan de La Luz Enríquez, en donde descansará hasta la eternidad.
En punto de las 11 de la mañana inició la eucaristía; después de las lecturas, el párroco de la capilla pidió por el eterno descanso de Alan y pronta resignación para la familia.
Durante la homilía, el presbítero aseguró que estos crímenes irritan y causan indignación; "ustedes son los que más sienten, y las circunstancias por desgracia no nos permiten a todos tener sentimientos buenos; tan fácil que es matar. Recordemos a esos sacerdotes que también fueron acribillados allá en el norte".
Pidió poner al menor en manos de Dios, esperando que todos tomen conciencia y no desvíen el camino para algún día estar ante el creador; pidió a los asistentes, ante los hechos lamentables, seguir luchando por la familia, promoverla y defenderla.
"Ustedes tengan la fortaleza de seguir trabajando, luchando; Dios les dé mucha paz y unión familiar porque es lo que necesita nuestra vida, no solamente el pan y el trabajo sino también la armonía familiar y la solidaridad".
Una vez que concluyó la eucaristía, el sacerdote roció el ataúd con agua mientras el coro entonaba un canto. Los aplausos y lágrimas no se hicieron esperar por parte de sus amigos y vecinos, con quienes compartió sus cortos 12 años de vida.
Con cantos, niños, jóvenes y adultos se unieron en oración por el eterno descanso del pequeño Alan.
Mientras su familia cantaba y rezaba, los presentes depositaron flores y echaron agua bendita a la caja metálica de color blanco para decirle “hasta pronto”.
Al término de la sepultura y la colocación de los arreglos florales, los presentes emitieron una porra a la memoria de Alan.
Para finalizar, la tía de Alan agradeció todas las muestras de cariño y solidaridad hacia la familia.
"No tengo palabras para agradecerles; si en algún momento los ofendió, perdónenlo, era un angelito que no fue encaminado como debe de ser. Les pido perdón a nombre de él y les doy las gracias".
También agradeció el apoyo de la funeraria y el apoyo del DIF; “gracias a esas autoridades que nos apoyaron en el momento más difícil, mover papeles, andar en la madrugada con ellos”.
Así mismo pidió ya no especular, pues el pequeño nunca fue maltratado y él amaba a su madre como ella a él.
"Hay muchos comentarios, infórmese bien porque solo están saliendo en redes cosas que no son ciertas. Alan nunca fue maltratado, fue amado por su madre y a la vez Alan amaba su madre, es como comúnmente decimos, eran uña y mugre.
“Alan amó tanto a su madre que dio la vida por ella, por favor no especulen y hablen con la verdad y ya no inventen tantas cosas”.
Alan Fernando murió el pasado 5 de julio defendiendo a su mamá, Sandra "N", de su pareja sentimental Luis Ángel "N". Recibió un golpe con un pico en la cabeza; su madre, que además sufre de una discapacidad motriz, se debate entre la vida y muerte en un hospital de Río Blanco.
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