El jornalero, Celestino Martínez García pudo realizar dos labores importantes en su vida, antes de sucumbir a la muerte.
Se bautizó por una religión cristiana y pudo abrazar a uno de sus dos hijos que se separaron de el 23 años antes, y que no los había podido ver desde entonces, por la desgracia de haber caído en el alcoholismo.
En la madrugada de este domingo 19 de maíz, Celestino Martínez, apodad Cumpa Nini, pudo morir en paz, con la reconciliación que pudo tener con su hijo, Esteban Chiquito Hernández, quien era el menor de los dos hijos que tuvo con su entonces esposa, mas de 30 años antes de que partiera hacia el seno del señor.
Murió víctima de diversas enfermedades causadas por el alto consumo de alcohol, situación que lo hundió a un estado de vagancia incluso, hasta que fue recuperado por una de sus hermanas, Marta Martínez Garcia, quien luchó con él durante varios meses para tratar de salvarlo.
Pero Cumpa Nini, lo que quería era la paz, la paz que da la reconciliación con nuestro creador y con su familia, por eso, a través de Diario del Istmo, llamó la atención para que sus hijos pudieran irlo a ver antes de morir.
Habían pasado 23 años sin saber de ellos aunque vivieran relativamente cerca, el en Sayula de Alemán y ellos en la Cerquilla, congregación de San Juan Evangelista.
El pasado 15 de marzo, Diario del istmo fue testigo del reencuentro y la felicidad de Celestino Martinez por conocer a su hijo, que se fue de niño y ahora es todo un adulto, padre de familia incluso.
Cumpa Nini murió el domingo pasado y el mismo día fue sepultado en Sayula de Alemán
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