El río Coatzacoalcos y la Marina de Guerra a lo largo de su historia

Con la llegada de los europeos exploradores-conquistadores la desembocadura y el cauce del Coatzacoalcos se convirtió en una zona estratégica militar y comercialmente.

A partir de entonces el área se ha visto transitada por una innumerable cantidad de barcos de todo tipo, entre ellos los preparados para la guerra.

En su larga historia, las comunidades ribereñas no han estado ajenas a hechos bélicos perpetrados desde buques armados con cañones y una infantería de ocupación.

Hernán Cortés estableció un asentamiento a la entrada del Coatzacoalcos con el propósito de controlar el territorio a través de la navegación.

La lucha entre Conservadores y Liberales que condujo a la salida de la presidencia de Antonio López de Santa Anna, y llevó a la presidencia interina a Ignacio Comonfort, se continuaría por muchos años más; de ahí que en 1856 el vapor Demócrata se sublevara contra el gobierno legítimo y atacara Minatitlán.

En 1863, Francia envió 3 barcos a ocupar Minatitlán para consolidar su respaldo a Maximiliano, Emperador de México. La represión hacia la población fue tan dura que al poco tiempo fueron expulsados por el ejército juarista con apoyo de las comunidades originarias de la región. El río fue protegido por las cañoneras: El Pizarro, la Santa Bárbara y la Toumerre.

En enero de 1876 Porfirio Díaz se rebela, en Tuxtepec, contra la reelección del presidente Lerdo de Tejada; para mayo Minatitlán es bombardeado, por el buque Independiente, cuando se sospechó que la comunidad se había pasado al lado de los rebeldes; en noviembre iniciaba en México el porfiriato.

Durante la última etapa de la Revolución los barcos de guerra volvieron a Minatitlán cuando en 1924 el General Adolfo de la Huerta se sublevó contra Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.

Coatzacoalcos se convertiría en el puerto de altura que controlaría toda la cuenca. y al consolidarse la vida política institucional del país, y la industria petrolera, los buques de guerra dejarían de aparecer en Minatitlán, incrementándose notoriamente la llegada de barcos mercantes.