Para la señora Gloria Herrera Uscanga y su esposo, desde hace 12 años bailar es la mejor manera de alimentar su alma, y más, si se trata de un danzón el cual disfrutan en cada uno de sus pasos.
‘Nos animamos a bailar porque es algo que nos gusta y sobre todo por salud, el baile libera y alimenta el alma, ayuda a desestresarte por tantas cosas que pasan, la pandemia nos tuvo alejados del baile; cuando uno siente la pasión por el danzón es bonito, por lo regular bailamos para nosotros, nos gusta y lo disfrutamos, empezamos bailando salsa y después danzón’, señaló la señora Gloria Herrera.
Esta pareja acude a ensayar al aire libre en el parque Independencia en Coatzacoalcos, acompañado de otras dos personas quienes forman parte del grupo de danzoneros independientes.
Al comenzar la melodía se olvidan de todo lo que pasa a su alrededor y solo se concentran en disfrutar el ritmo lento que da pauta a qué el danzón sea un baile romántico.
Lo magia del danzón es bailarlo, disfrutarlo y coordinar cada uno de sus pasos, escuchar la música, y llevar el baile con su pareja. Y es que para este matrimonio el danzón les ayuda a tener la mente entretenida, ya que hay que tener mucha concentración para contar y memorizarse el ritmo de los pasos.
El danzón es un baile y género musical originario de Cuba, nació a finales del siglo XIX, es una fusión de influencias europeas con influencias africanas.
A su vez es uno de los primeros bailes sociales que permite una posición cercana en la pareja hoy en día se considera una reliquia histórica, se le conoce también como un baile popular que es de gusto en su mayoría de personas de la tercera edad, principalmente en la Ciudad de México, y en el puerto de Veracruz, donde las parejas acuden a las plazas públicas a bailar y pasar un momento agradable.
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