La ampliación del Puerto de Veracruz, considerada la obra más importante del presente siglo y que repercutirá no sólo en infraestructura y comunicaciones, sino también en empleo y la economía del país, es una obra mal planeada, que al día de hoy ni siquiera cuenta con los permisos ambientales para haber iniciado su construcción.
Tal determinación la resolvió la Secretaría de la Función Pública, que al hacer una auditoria a las obras de ejecución que se vienen realizando desde el año 2019 y 2020 sobre la ampliación portuaria detectó varias irregularidades.
“Se revisaron los siete expedientes unitarios de las obras y proyectos ejecutados, identificándose que la Administración Portuaria Integral de Veracruz no acreditó en su integración la correcta planeación, por lo que en los expedientes se carece de documentación justificativa”, refiere la dependencia.
Precisa en la auditoria 340DE que no se cuenta con el programa o calendario de la obra; la resolución del estudio de impacto ambiental; las licencias y permisos necesarios; así como la liberación del predio y las afectaciones.
La Secretaría de la Función Pública realizó dicha auditoria a la Gerencia de Ingeniería de la Apiver correspondiente a los ejercicios fiscales 2019 y 2020.
El objetivo de dicha revisión era verificar la gestión financiera de los recursos federales al proyecto a fin de comprobar que las inversiones financieras se planearon, programaron, presupuestaron, contrataron, ejecutaron y pagaron de conformidad con la normatividad y legislación aplicable.
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