La filial de Pemex que abarca el negocio de refinación reportó ganancias durante el trimestre pasado, después de años continuos con pérdidas debido a la baja eficiencia de las refinerías propiedad de la estatal.
El último estado financiero de la compañía revela que durante el trimestre pasado, Pemex Transformación Industrial –que también contiene el negocio de importación y venta de combustibles– vio una utilidad neta por 16,612 millones de pesos. La filial reporta usualmente resultados negativos y se ha colocado como uno de los segmentos de negocio que más pérdidas suma a la petrolera. La última vez que la filial reportó ganancias fue en el tercer trimestre de 2018, cuando, bajo la estrategia de la anterior administración federal, se redujo la cantidad de crudo procesado en las refinerías para evitar las pérdidas generadas por el mal estado de los complejos.
Pero ahora la utilidad reportada ha sido resultado de algo distinto: los refinadores de petróleo están viviendo uno de sus mejores momentos y la estatal Pemex no ha sido la excepción. Durante el semestre pasado, las compañías productoras de combustibles rompieron récord en sus márgenes de ganancias, algunas refinerías de la costa del Golfo de Estados Unidos vieron márgenes de hasta 60 dólares por barril, después de reportar ganancias por debajo de los 10 dólares durante los últimos años, incluso antes de la pandemia.
Durante los dos últimos trimestres Pemex ha reportado márgenes muy por encima de lo usual. En el primer trimestre promedió un margen de refinación variable de 18.31 dólares por barril y durante el trimestre pasado de 14.51 dólares. Como sea, estas cifras se sitúan por encima de las ganancias usuales que reporta Pemex por barril refinado. En el último trimestre del año pasado reportó un margen de 31 centavos de dólar por barril. El margen de refinación puede definirse como el diferencial entre el precio del barril de crudo y el precio del petróleo ya procesado.
Pese al aumento en las ganancias que han reportado los refinadores, la compañía cortó con la racha al alza que reportaba desde el tercer trimestre del 2020 en cuanto a la producción de combustibles. De abril a junio pasados produjo 805,000 barriles diarios de gasolinas y otros petrolíferos, una reducción de 4% respecto al trimestre pasado.
La estatal también se ha beneficiado del estímulo fiscal para los importadores de combustibles, puesto en marcha durante marzo pasado. Pemex recibió durante el segundo trimestre 64,500 millones de pesos de Hacienda por este concepto, según lo dicho en su conference call con analistas. Así, la compañía recuperó el diferencial entre la cotización internacional de las gasolinas y el precio en que vende los productos en el mercado doméstico, que es a una cantidad menor debido a la política gubernamental de no aumentar abruptamente el precio de las gasolinas.
Pero los precios internacionales de los combustibles han comenzado a reducirse y los márgenes de refinación también. Los analistas proyectan que las ganancias reportadas durante el trimestre pasado no se repitan durante los siguientes meses. Pero, pese a ello, esta filial de la petrolera podría cerrar con pérdidas mucho menores a las reportadas durante años pasados.
“Es una buena noticia [los últimos resultados] para Pemex, pero esto no es durable, conforme los márgenes se vayan desinflando, Pemex TRI volverá a registrar pérdidas”, dice una analista que ha pedido no ser citado. “Este año Pemex podría cerrar con una pérdida en refinación mucho menor, no creo que le alcance para tener un año positivo, pero a lo mejor tendrá pérdidas bastante bajas”.
En lo que va del año, y pese a las utilidades reportadas, Pemex Transformación Industrial acumula pérdidas por poco más de 2,000 millones de pesos. Durante el mismo periodo del año pasado esta cifra negativa ya rebasaba los 70,000 millones de pesos.
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