En una tarde llena de lágrimas, se llevaron a cabo las misas de cuerpo presente de las jóvenes Mayra Reyes Sánchez y María José Díaz Pelayo, quienes perdieron la vida el pasado sábado en un trágico accidente en el río Calzadas.
Las ceremonias, auspiciadas por el obispo Rutilo Muñoz Zamora, se realizaron en la iglesia San José, ubicada en el Centro de Coatzacoalcos, donde familiares y amigos se congregaron para despedirlas.
Familiares, amigos y conocidos acompañaron a los padres y hermanos de las jóvenes durante las misas, realizadas entre las 14:00 y 15:00 horas, previo al entierro de los cuerpos.
Los ataúdes de madera, símbolos de su partida, fueron bajados de las carrozas funerarias en medio de lágrimas y sollozos, mientras los presentes buscaban consuelo en los abrazos solidarios de la comunidad.
El obispo Rutilo Muñoz, en una de las misas, elevó oraciones por el descanso eterno de los siete jóvenes fallecidos en el accidente, pidiendo también paz y consuelo para los corazones afligidos de sus seres queridos.
Las iglesias donde se realizaron las ceremonias estuvieron abarrotadas, reflejando el gran cariño que Mayra y María habían sembrado en sus comunidades y entre sus seres queridos.
Las jóvenes eran muy apreciadas por sus compañeros y amigos, quienes llenaron el santo recinto. Así mismo, las chicas habían destacado en sus estudios y en la vida social de Coatzacoalcos.
Después de las misas, los féretros fueron llevados a distintos panteones de la ciudad, donde sus familiares les dieron el último adiós.
Entre sollozos y rezos, las jóvenes fueron despedidas, dejando un vacío imposible de llenar en los corazones de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlas y fueron separados por la tragedia ocurrida el pasado sábado que cobró la vida de 7 estudiantes que celebraban su graduación.
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