EXCLUSIVA || La desaparición de personas y los hallazgos de cadáveres en fosas clandestinas, tienen que reconocerse como un problema de profunda preocupación y necesidad de atención pública especializada y solicitar incluso la colaboración internacional, expuso en entrevista para IMAGEN DEL GOLFO el sociólogo Arturo Alvarado Mendoza, reconocido por su investigación y trabajo académico de la mano con la labor humanista.
En Xalapa, en entrevista, el catedrático e investigador reconocido con Medalla Nacional al Mérito por la Universidad Veracruzana, enfatizó que la búsqueda de personas desaparecidas debe atenderse con “profunda atención pública que se aboque abiertamente a la búsqueda de estas personas, con instrumentos institucionales y públicos, en colaboración con asociaciones civiles”.
Los gobiernos tienen que emprender esta tarea, acentuó.
El especialista en justicia, derechos humanos y seguridad, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, refirió que el fenómeno del hallazgo de fosas clandestinas se empezó a observar con fuerza hace aproximadamente 16 años, es decir, cuando en 2006 el tema comenzó a tener espacio en la investigación académica y periodística.
“Empezaba a aparecer este fenómeno de fosas clandestinas, de registros de restos humanos que no tenían claridad de dónde venían, estoy hablando de 2006 y ya eran algunas notas notorias. Ahora, esto ha ido creciendo de una manera espantosa, es una crisis para nosotros, para el país, muy profunda”.
La situación de hallazgo de fosas es evidente también en entidades con altos flujos migratorios, entre ellas Veracruz, Tamaulipas, por ejemplo, pues de la mano va otro complejo y profundo tema: el secuestro y desaparición de migrantes, lo cual ha ocurrido en los años recientes, comentó Arturo Alvarado Mendoza.
“Hay una ruta en la que hay una enorme cantidad de personas desaparecidas, pero no solo de migrantes indocumentados, sino de personas secuestradas que no aparecen. En entidades como en Veracruz, Tamaulipas, decenas de secuestros que cobraban el rescate pero la víctima ya la habían desaparecido, que no sabemos todavía cuál es el futuro -que tuvieron esas personas-“.
Si bien el tema de desaparición de personas y hallazgo de fosas clandestinas comenzó a retumbar con mayor fuerza en la realidad de Veracruz y el país, a partir de 2006, a la fecha la problemática sigue y hay un vacío de conocimiento y de verdades al respecto, lo cual ha sido señalado por académicos, defensores de derechos humanos y las familias de personas desaparecidas, quienes se agruparon en colectivos.
“Hay una enorme preocupación, hay un vacío de conocimiento necesario de cubrir, en la cual las autoridades deberían abiertamente, así como se ha querido reconocer lo de Ayotzinapa, que todavía le falta bastante, reconocer abiertamente que este es un problema de profunda preocupación y necesidad de atención pública”.
De ahí que insistió que el reconocimiento de la problemática debe estar estrechamente de la mano con las acciones especializadas, que se aboquen a la búsqueda, con instrumentos institucionales y en coordinación con la sociedad civil organizada.
Incluso, la problemática debe atenderse no solamente con instrumentos nacionales, sino apoyados con instancias internacionales, hizo hincapié Arturo Alvarado Mendoza.
“Ahí el gobierno debería emprender esa tarea, hacer esa transformación, porque nosotros vemos que han sido o muy renuentes o muy pasivos inclusive. Sí aceptan, hacen la ley estatal porque ya la hizo la federación, como copian todo, pero no hay instrumentos que se lleven adelante”.
Primeramente el tema debe atenderse en estados donde han pasado situaciones muy preocupantes en torno a desapariciones, secuestros, extorsiones.
“Una idea sería seguir presionando a los gobiernos para que abiertamente se transforme en esto en una responsabilidad gubernamental por encontrar y por trabajar este tema”.
Una Comisión del orden nacional e internacional para tratar el tema de desaparición de personas y hallazgo de fosas clandestinas, puede ser una idea para abordar de manera profunda el problema que aqueja a Veracruz y al país, enfatizó al poner como ejemplo el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa que, aunque aún falta mucho para llegar a la verdad, ha empezado por el reconocimiento de la problemática y el allegarse de instrumentos nacionales e internacionales para, justamente, llegar a la verdad.
-¿Falta una estrategia que sea más que el sacar cuerpos o restos humanos de fosas, sino el reconocimiento de éstos, de la mano con la investigación de desapariciones? Como lo han requerido los colectivos de familiares de personas desaparecidas, por ejemplo.
“Impulsar todos los instrumentos necesarios y oportunos para esto, obviamente eso habla un poco de recursos, pero también se puede buscar la colaboración internacional”.
Además del apoyo internacional puede hacerse un entrenamiento a la sociedad civil que justamente ya ha realizado búsquedas y que aunque ya ha recibido parcialmente entrenamiento o capacitación, puede hacerse de manera abierta, sistemática, “aprovechar las universidades, los centros de interés, no solo las organizaciones civiles de madres y grupos de personas desaparecidas, sino otras”.
“Hay que volcarse en el tema. Desafortunadamente la sociedad civil está aún muy fragmentada, hay algunos grandes esfuerzos de articulaciones, pero aún falta; esto además de que en algunos casos la intimidación, el miedo, fragmenta más”, expuso. Por ello la importancia de que todo el trabajo y articulación para atender el problema, venga desde el gobierno.
“Sí hay que hacer un esfuerzo más activo de parte de sociedad civil, de intelectuales, academia, prensa y, por supuesto, del gobierno. A partir de eso se irán encontrando los recursos hasta que el fenómeno desaparezca”.
El tema tiene que abordarse, reconocerse y atenderse, insistió el doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México, en entrevista para IMAGEN DEL GOLFO.
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