Todo un legado se está dejando en los ejidos Colorado y Guillermo Prieto, donde se emprendió la campaña para sembrar matas de coco, tras verse afectada la zona sur en su momento por el amarillamiento letal; a dos años de dar inicio a este proyecto donde se involucraron autoridades y productores, el avance es considerable.
20 HECTÁREAS CULTIVADAS
En octubre del 2019 se concretó que el coco híbrido Chactemal, era el ideal para iniciar con la reforestación, ya que es resistente a la plaga, y con la siembra de 20 hectáreas, se pretende recuperar lo que se habían perdido desde los años 80’s, cuando los campesinos distribuían este fruto a una empresa tabasqueña.
Esta variante es una mezcla entre los cocos Malayo Enano Amarillo (MEA) y el Criollo Alto Michoacán (CAMICH), siendo tolerable hasta un 85% al amarillamiento, aunado a que su producción inicia antes al generar 2.8 y 4.0 toneladas por hectárea de copra en temporal y riego. La planta es vigorosa y robusta, por lo que produce abundantes frutos medianos y redondos, Ligeramente susceptible al picudo anillo rojo y phythophthora.
Editora la Voz del Istmo recorrió esa zona, y se pudo observar el avance, además de dialogar con los ejidatarios quienes siguen adelante, apoyados del programa federal “Sembrando Vida”.
“Recuerdo cuando en el cabildo le dijimos al alcalde que no mirara nuestras necesidades, que viera el potencial que tenemos y que bueno que nos escuchó y que puso el equipo necesario, el apoyo con la maquinaria, el regidor del ramo y su gente, quienes nos motiva a no aflojar”, expresó don José Ángel Carillo Cruz, productor del ejido Colorado.
“Hemos sembrado más plantas, tras tomar el impuso que nos dieron las autoridades municipales, por lo que ahora contamos con más y sobre de eso seguimos sobre la marcha”, agregó.
Don Lorenzo Martínez Hernández, de la mano con sus nietos, sembró 300 plantas de coco en su terreno; “agradecemos al gobierno municipal habernos ayudado para seguir adelante y ojalá veamos esto crecer ya que es a largo tiempo y Que Dios los bendiga por la gran ayuda”, mencionó.
NO SOLO COSECHAN COCO
Los ejidatarios también aprovechan los espacios para la siembra de productos alternativos.
Este es el caso de Faustino Diego Santos, quien cultiva maíz, cilantro, calabaza, frijol, camote, entre otras frutas y verduras; “en otras áreas sembramos también otro tipo de plantas como los limones, sandías e incluso Jamaica, pero es un poco más laboriosa ésta última ya que requiere mayor atención”, abundó.
Del ejido Guillermo Prieto, doña Guadalupe Martínez Barreiro refirió que, gracias al apoyo y asesoría, puede apreciar como crece su producción de coco, en una hectárea que se le fue asignada; “mire usted cómo van, creciendo gracias a los cuidados que se le brindan”, comentó.
“Estaba contemplada y aprobada la segunda etapa de 30 hectáreas más, donde también se aplicarían en Las Barrillas, pero con la entrada de la pandemia por el COVID19, se detuvieron estas acciones, mismas que se esperan continúen en la segunda etapa, ya que con todo esto, vamos recuperando los espacios de cultivo, ya que en antaño Veracruz era verdadero productor de cocos, pero el amarillamiento letal afectó de manera considerable”, mencionó el regidor octavo Felipe de Jesús Rodríguez Gallegos, quien tiene la comisión de fomento agropecuario.
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