Durante el periodo de la pandemia, dos taxistas han fallecido tras presentar síntomas de covid-19 y 8 choferes ya se recuperaron en su casa luego de presentar dificultad para respirar, informaron miembros de éste sector.
Los ‘ruleteros’ son los que tienen mayor riesgo de contagio, debido que todos los días prestan el servicio de transporte a centenares de pasajeros, sin embargo, tratan de cumplir con las medidas preventivas, como el uso de cubreboca y gel antibacterial.
Debido que el contagio puede darse en el intercambio de monedas, tras realizar el servicio, el chofer rocía el dinero con una solución a base de cloro, para tratar de eliminar la cadena de contagio.
La persona consultada por Imagen del Golfo, informó que en los casos ambulatorio de sus compañeros, requirieron de oxigeno, debido que presentaron el síndrome respiratorio agudo y grave, pero por fortuna, lograron recuperarse, tras un proceso difícil y angustiante.
En esta ciudad, se calcula que hay 400 taxistas que trabajan de manera habitual, de los cuales el 30%, presenta enfermedades crónicas degenerativas e incluso, han padecido de cáncer, pero no pueden quedarse en casa, ante la urgente necesidad de conseguir dinero para poder cubrir las necesidades básicas de su familia.
A diferencia de los comercios, que han hecho obligatorio el uso de cubreboca para que ingresen a las tiendas, los choferes no pueden impedir el servicio a quienes no se cubran la nariz y boca, en primera porque pueden ser sancionados y la segunda, por la necesidad de clientes.
En la actualidad, el ser taxistas representa un riesgo para la salud debido a la alta posibilidad de contagio, por lo que muchos han decidido dedicarse a otra actividad productiva, lo que ha provocado un déficit de choferes, por lo que más del 40% de las unidades no están circulando.
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