Llamado el padre del son en la ventosa del sotavento y valles de la cuenca del Papaloapan, don Isidro Nieves Hernández dejó un legado y herencia del folklore de la música tradicional de la jarana que ante su partida este lunes, ha causado consternación entre los gustosos de esa tradición y cultura.
Isidro Nieves Hernández, nacido el 15 de mayo de 1932 en un predio conocido como Amajaque, cerca de la localidad de Agua Pinole, congregación del municipio de Acayucan y según sus seguidores, desde los seis años empezó a tocar la jarana y el requinto.
Maestro de diversas generaciones de músicos y de son jarocho, Nieves Hernández gustaba de ir a fandangos y como la mayoría de sus compañeros eran de oficio panaderos, hizo un grupo llamado los “Panaderos”.
En Puebla se casó con doña María Soto Molina y posteriormente se fue a vivir a San juan Evangelista, donde se quedó a vivir con doña Alicia Molina Reyes, fandangera de corazón. En este ultimo municipio consolida el grupo Los Panaderos de San Juan, los cuales han viajado a diversos municipios y estados del país así como a Estados Unidos, exponiendo la música tradicional veracruzana.
Víctima de diabetes, en noviembre del año 2018 sufrió la amputación de la pierna izquierda y aun así don Isidro siguió promoviendo la música tradicional veracruzana.
Este lunes murió en Minatitlán, a los 90 años de edad,
su cuerpo fue velado en lo que fue su domicilio, en la Calle Limonaria sin número Colonia las Flores en San Juan Evangelista.
Diversos grupos de son jarocho y música tradicional veracruzana compartieron su pesar por esta muerte. Por igual organizaciones y dependencias locales, estatales y federales por la gran perdida que ha tenido la cultura la tradición de la cuenca del Papaloapan y el Sotavento.
Este mismo martes fue sepultado en San Juan Evangelista.
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