Alfonso Sánchez Gonzáles es un hombre de 35 años quien padece epilepsia y Síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) desde los trece años, enfermedad que le afectó en un 90% su capacidad visual. Todos los días se levanta con optimismo para superarse y salir adelante en compañía de su esposa Liliana del Carmen Santos Alvarado, quien también tiene una visión del 10%.
Aunque los problemas, desgracias y dificultades han tocado la puerta de su hogar desde que ambos eran niños, esto no fue motivo para quedarse en casa lamentándose o conformándose ante las adversidades que se les pudieran presentar.
Desde la adolescencia Alfonso aprendió diferentes actividades como podar, cuidar animales y otros trabajos del rancho, pero en lo que se ha enfocado es en su habilidad para realizar artesanías de mimbre natural, elaborando canastas, tornilleros, tapetitos para mesas, sillones, sombreros, mecedoras, y demás, ocupando sus manos y creatividad como herramienta principal.
Mientras que Liliana del Carmen se graduó como licenciada en Educación Preescolar y hoy en día dedica su tiempo a las labores del hogar y cuidar de su pequeño bebé, quien llegó a sus vidas para motivarlos a luchar día a día.
– ¿Alfonso, qué sucedió con tu vista?, ¿cómo se originó esta enfermedad?
– Esta enfermedad se me desarrolló como alergia de un medicamento que se llama Epamin que tomaba para para tratar mis convulsiones, me empezaron a salir bombas en el cuerpo, garganta y vista, mis córneas se quemaron por las fuertes temperaturas que me daban, mis ojos se encarnaron porque estuve nueve días con bombas en los ojos y luego se cicatrizó y entonces se afectaron mis lagrimales, yo no produzco lágrimas.
DESDE HACE 26 AÑOS LUCHA POR SALVAR EL 10% DE SU VISIBILIDAD.
Alfonso lleva viviendo con este padecimiento desde hace 26 años debe usar lágrimas artificiales para humectar sus ojos, todos los días debe colocarse un ungüento, gotas y gel, sin embargo, los medicamentos que requiere son costosos, y quedarse un día sin ellos podría dejarlo sin el 10% de la visibilidad que aún le queda.
“Son para que yo tenga mis ojos humectados, porque si yo no los ocupo la poquita visión que aun tengo la perdería por completo, por eso todos los días trabajo para poder generar ingresos y comprar mis medicamentos”, agregó.
– ¿Con la elaboración de estas artesanías te ganas la vida?
– Sí, pero no es fácil, necesito vender bastante para poder costear los servicios del hogar, lo que necesita mi bebé, comprar comida, y medicamentos.
– ¿Cómo aprendiste a elaborarlas?
– Yo tenía un amigo que trabaja de esto y me dijo que necesitaban a un ayudante de tejedor y él me enseñó, aun con mi poca visión yo hacía cosas grandes, muebles, juegos de sala, sillas de comedor, todo con tejido de mimbre.
HA DESARROLLADO OTROS SENTIDOS PARA PODER TRABAJAR
Aunque los ojos son uno de los sentidos principales para el ser humano, Alfonso y Liliana han desarrollado el tacto, el gusto y el oído y el olfato en su máxima capacidad, esto les han permitido llevar una vida casi normal en la medida de sus posibilidades.
Su amor, su fortaleza y su forma de ver la vida los ha motivado a buscar la manera de conseguir el sustento del hogar de manera honesta, trabajando arduamente para sacar adelante a su bebé.
EL COVID HA AFECTADO SUS VENTAS
Con la pandemia, los lugares a los que acudía Alfonso a vender sus productos permanecen cerrados y sin sus clientes, las ventas se mantienen bajas.
El trabajo es escaso, y la preocupación de llevar el pan de cada día al hogar es más latente, debido a que ahora no sólo necesita costear sus medicamentos sino también los pañales y todo lo necesario para su bebé.
Por ello, la pareja desea que más personas conozcan su trabajo para ofrecer sus servicios que va desde la elaboración de todo tipo de artesanías con este material e incluso, Alfonso realiza masajes relajantes, descontracturantes, reductivos, podales, terapias de alineación vertebral, mismos que aprendió en la Ciudad de México cuando acudía a sus citas médicas.
“Yo les pediría que me apoyen comprándome mis artesanías si ustedes así lo consideran y también si alguien requiere mis servicios de masaje con gusto estoy a la orden”, dijo.
EJEMPLO DE VIDA Y SUPERACIÓN
Alfonso y Liliana son un ejemplo de perseverancia, ya que al verlos trabajando con tanta alegría, interés y amor en el corredor de su vivienda marcada con el numero 68A ubicada en la calle Avenida las palmas de la col Rancho Alegre 2, reflejan las ganas de sobresalir y buscar oportunidades para lograr sus metas.
Es ahí cuando podemos aplicar la frase de Susan Sontag, autora y filósofa neoyorquina… “Amo las limitaciones, porque son la causa de la inspiración”.
CONTACTO
Número: 9212001170
Dirección: vivienda marcada con el numero 68A ubicada en la calle Avenida Las Palmas de la colonia Rancho Alegre 2 en Coatzacoalcos.
Se requiere apoyo altruista con despensa, pañales etapa tres y toallitas húmedas para bebé.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |