Con su ausencia, veracruzanas buscan despertar conciencias

El paro nacional de mujeres fue perceptible en Xalapa, en dónde desde temprano las calles lucieron con menos tránsito que el habitual. 

Algunos comercios cerraron y otros trabajaron, pero solo con personal varonil, ante este movimiento que visibilizó la importancia de las mujeres en la vida pública. 

En la capital del estado escuelas como la Benemérita Escuela Normal Veracruzana "Enrique C. Rébsamen" lucían prácticamente vacías e incluso hubo la Escuela Primaria Práctica Anexa, que se ubica dentro la Normal, tuvo poca afluencia de estudiantes. 

También en oficinas gubernamentales fue evidente el paro, a pesar de que en algunos hubo advertencias expresas sobre descuentos a quienes faltaran. 

No obstante, trabajadoras de semilleros, tortillerías y puestos de mercado laboraron de manera regular. La mayoría coincidió en que, al ser el sostén de su hogar, un descuento podría afectar a sus familias. 

Por ello quienes decidieron acudir a trabajar lo hicieron con una prenda o moño color morado para mostrarse a favor de la eliminación de la violencia contra las mujeres. 

Hubo negocios en dónde colocaron este tipo de moños en sus entradas, como farmacias, aunque también en dependencias públicas se pudo ver, como en el caso del Sistema de Administración Tributaria (SAT). 

En centros comerciales las grandes marcas comerciales trabajaron solo con hombres y algunas otras cerraron al señalar que sus trabajadoras se unieron al paro. 

“Ni Palabras que duelan ni miradas que ofendan”, se le en un cartel de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV) en Xalapa. 

“Educamos para erradicar la violencia”, dice una lona afuera del bachillerato matutino Ricardo Flores Magón, popularmente conocido como “Oficial B”. 

En dicha facultad sólo acudieron estudiantes varones; en el plantel de enseñanza media optaron por cerrar sus puertas. 

Lo mismo pasó con negocios de todos los giros a lo largo y ancho de la ciudad, incluyendo las grandes plazas comerciales. 

En Casa Ahued las cajas fueron atendidas por varones y todos portaban un listón morado en el hombro. Otros negocios pusieron moños en sus puertas, como Farmacias Similares. 

En el Servicio de Administración Tributaria (SAT) sí hubo trabajadoras, pero optaron por colocar mensajes contra la violencia de género en el barandal de sus instalaciones. 

En el centro de las oficinas de Hacienda pusieron una cruz morada con un moño negro y la figura de México simulando a una mujer herida. 

En otra escuela, como el COBAEV 35, el alumno David Alejando Cuevas dijo que tuvieron un día anormal en el que no se sintió cómodo. Aunque los hombres llegaron a las aulas no tuvieron clases, ante la falta de profesoras. 

“La mayoría de nuestros maestros son mujeres y la verdad sin ellas no sirve esto”, opinó. 

Consideró que lo que hace falta es educación para erradicar la violencia hacia las mujeres, sin importar cuestiones políticas.