La Secretaría de Salud del estado, realiza un estricto manejo de los frascos utilizados para la vacuna antiCovid-19, con el objetivo de evitar que sean robados, clonados o falsificados.
Una vez que son vaciados los frascos con la solución de 0.5 mililitros de vacuna recombinante contra el nuevo coronavirus de la marca Convidecia, estas son entregadas en un modulo, donde se orden por cada mesa de vacunación.
Posteriormente, le es retirada de la ampolleta la etiqueta, para luego ser herida a una hoja, con la cual comprueban el número exacto de dosis aplicadas.
Cada ‘frasquillo’ viene dentro de una caja de cartón, las cuales terminan siendo desmontadas y encintadas en lotes de 50 piezas, para que no pueda ser utilizada por personas que desearían falsificar las ampolletas.
El embase en donde se encontraba la sustancia antiCovid-19, termina sin ninguna etiqueta la cual no se destruye, debido que pueden ser reutilizadas, toda vez que en México, se embaza el biológico el cual es fabricado por un laboratorio Chino.
Con estos mecanismos, se evita que las bandas delincuenciales, traten de imitar el medicamento para venderlos en el mercado negro lo que pondría poner en riesgo la salud a quien se le aplique.
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