Inseguridad ahoga a comunidades de Misantla

En las comunidades de la zona baja del municipio y sus alrededores, el temor a los robos y la inseguridad se ha convertido en una preocupación constante para los residentes. 

Especialmente en aquellas casas ubicadas en medio de las parcelas, existe un miedo creciente de que los delincuentes ingresen a robar, llevándose consigo herramientas y pertenencias de valor, dejando a las víctimas en una situación de vulnerabilidad.

Jesús Salas Perdomo, residente de la zona, expresó su preocupación por la falta de seguridad en comunidades como “Santa Clara, La Unión y Martinica. Lamentablemente, los ladrones operan con total impunidad debido a la ausencia de fuerzas del orden en la zona”, dijo que esta falta de presencia policial ha permitido que los delincuentes actúen sin temor a ser capturados, dejando a los habitantes indefensos y sin ninguna respuesta por parte de las autoridades.

Un aspecto adicional que agrava la situación es la falta de confianza de la población en el sistema de justicia, “muchas personas optan por no denunciar los delitos debido a la desconfianza en el proceder de las autoridades, esta falta de denuncias dificulta aún más la resolución de los casos y la captura de los responsables, perpetuando así el ciclo de impunidad y la sensación de desamparo entre los residentes”.

Salas Perdomo enfatizó que la gente de esta zona vive con el constante temor de convertirse en víctimas de robos, asaltos e incluso violencia contra sus vidas, la falta de seguridad y la impunidad han generado un clima de inseguridad generalizada que afecta la calidad de vida y el bienestar de la comunidad.

“Es urgente que las autoridades locales tomen medidas inmediatas para abordar este problema de seguridad, se requiere un aumento en la presencia policial y la implementación de estrategias efectivas de prevención del delito, además, es fundamental reconstruir la confianza de la población en el sistema de justicia, brindando transparencia, eficacia y resultados tangibles en la resolución de los casos”.

“No podemos permitir que el temor y la inseguridad continúen afectando la vida diaria de las personas en estas comunidades”, remato.