“Aunque sería mejor contar con más cámaras en la ciudad, las que se tienen han permitido a la Policía Municipal actuar con oportunidad en algunos casos, por ejemplo para detener a presuntos delincuentes, como ocurrió en el robo de la nómina de la alcoholera en febrero pasado”, indicó el inspector, Francisco Arenas Jaramillo.
Destacó que la persona agraviada fue despojada del dinero luego de haber salido del banco y de inmediato se observó, a través de las cámaras, las características de los dos asaltantes, lo que permitió que minutos más tarde se detuviera a una persona sospechosa.
“La policía no actúa por abuso, actúa como consecuencia, y la mayoría de las actuaciones obedece a reportes ciudadanos; no somos adivinos, somos gente que actúa en consecuencia”.
Arenas Jaramillo reconoció que esto no siempre agrada a los ciudadanos, como cuando se intervino a un par de jóvenes que permanecían frente a un banco a bordo de una camioneta, los dos con sudaderas y la capucha puesta a pesar del calor.
Mencionó que los padres se molestaron y reclamaron “a todo mundo”, pero las cámaras de solapa ayudaron a demostrar que la actuación fue correcta.
Explicó que lo mismo ocurrió en el caso del asalto ocurrido en febrero pasado a un empleado de la alcoholera.
“Le informan a la policía, la policía hace la detención porque si le informan que fue un conejo vestido de blanco con una mancha negra y va en una moto, pues a quién busca. Y resulta que agarra una patrulla a una moto en la que van dos conejos, uno de ellos con una mancha negra y le encuentran mucho dinero y les dice que iba de compras, pero que no sabía cuánto dinero llevaba porque su esposa le puso el dinero, pero le preguntan qué cantidad y dice una pero traía mucho más y por eso se le puso a la disposición de la Fiscalía, porque es un sospechoso”, indicó.
El inspector puntualizó que en ese caso y muchos otros la policía hace su labor, pero ya no le corresponde decidir sobre los sospechosos, “eso le toca al juez, que es el que analizará si hay pruebas suficientes y si debe someterse a juicio”.
Arenas Jaramillo recordó que en Orizaba hay 255 cámaras, pero para tener cubierta toda la ciudad podrían ser mil, como ocurre en algunas ciudades europeas; sin embargo la clave es contar con los reportes ciudadanos, que no es lo mismo que las redes sociales, pues mucho de lo que ahí se sube no es real.
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