Cafetaleros veracruzanos piden apoyo; no pueden competir contra grandes empresas

El apoyo al sector cafetalero en México se ha quedado en priorizar a las grandes trasnacionales, como Agroindustrias Unidas de México (AMSA), Cafés California y Nestlé, reprocharon integrantes del Consejo Regional del Café de Coatepec, Veracruz.

Aseguraron que el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos, mantiene una cercanía con trasnacionales y con el empresario Alfonso Romo; así como en Santiago Argüello Campos, director general de Fomento a la Agricultura, quien por casi una década, hasta 2014, trabajó en ECOM Trading, filial de una firma suiza que por 173 años ha explotado la intermediación.

Cirilo Ruiz González, presidente del Consejo Regional del Café de Coatepec, señaló que es urgente un viraje en la política del actual gobierno hacia el sector cafetalero.

“Es necesario que se anteponga a productores de baja escala sobre las trasnacionales, que se hagan revisiones de calidad del producto, controle toda la cadena y reactive el financiamiento”, agregó.

Advirtió que de no avanzar en esa orientación, sería una falla de la administración hacia los pequeños y medianos agricultores “porque un productor a pequeña escala no puede solo frente a un oligopolio”.

“El Gobierno lo que está haciendo es dar apoyos a las trasnacionales, a la Nestlé le dan todititas las facilidades, prueba de ello la planta de Nestlé que se abrió aquí en Veracruz”, manifestó.

Consideró que este tipo de apoyos a compañías con tal capacidad de compra solo fomenta el coyotaje, la participación de intermediarios en la adquisición de los granos a productores a precios bajos.

Señaló que Nestlé, además de que la mayor parte del grano procesado por la empresa es importado de Vietnam, la demanda impulsa el cultivo de robusta, variedad que da un mayor rendimiento, pero es de menor calidad.

A la par, lamentó que como eslabón de la cadena de producción en el café, los intermediarios, también conocidos como coyotes, son la bisagra entre los productores y las grandes compañías