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Aromas de Cabañas, el café de Catemaco que conquista con su sabor | VIDEO
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A menos de 14 kilómetros de la cabecera municipal de Catemaco, el poblado de Zapoapan de Cabañas se impregna de un olor a café, que provoca adentrarse para suspirar hondo y guardarse el aroma por unos minutos.
Desde hace tres generaciones, esta población enclavada en las montañas de Los Tuxtlas, tiene como una de sus principales actividades la cosecha de café que es producido y comercializado por la Sociedad Cooperativa Cerro Cintepec, a través de la marca Beneficio de Café Aromas de Cabañas.
El café Aromas de la Cabañas forma parte de la dieta diaria de las familias que viven en las comunidades cercanas, pero los sabores que ofrecen sus diversas variedades lo hacen un producto que es valorado en otros estados e incluso en otros países.
Anualmente se producen 150 toneladas del grano, de las cuales 40 por ciento son vendidas como café tostado y molido, en cuatro variedades que por sus características son alternativas competitivas en comparación con otros cafés gourmet de Veracruz y México.
Pedro Joaquín Santos, presidente de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec, relata que la tradición cafetalera en esta localidad, ubicada entre los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, se remonta a mediados del siglo pasado.
Fue para 1982 que los productores locales se organizaron para hacer rentable la producción del grano y auto emplearse, con los años le dieron valor agregado a su trabajo y hoy en día es motor de la economía local en esta pequeña localidad.
Café de calidad
Deisy Janet Chagala creció entre las plantas de café ayudando a su papá a cultivar el grano, en su más tarde se involucró en la cooperativa embolsando café con azúcar en sobres de 20 gramos que se vendían en el mercado local.
La joven asegura que el amor por el café la llevó a aprender a tostar y tomar cursos de catación para distinguir los sabores del grano. Actualmente, es una de las encargadas de tostar, moler y empaquetar el aromático, uno de los procesos más importantes.
El conocimiento que tiene de la planta y el proceso que hay detrás de cada taza, la lleva también a dar recorridos guiados por las fincas y la fábrica a los visitantes que conquistados por Aromas de Cabañas llegan a comprar sus productos, desde turistas hasta estudiantes de universidades que encuentran sorprendente el trabajo que se realiza.
“Mi papá es productor y desde chiquita lo ayudé a cortar café, tuve la oportunidad de entrar a trabajar aquí y más que nada es el amor al café, que es lo me empuja a trabajar”.
Tipos de café
Deisy Janet detalla que el café Aromas de Cabañas ofrece actualmente tres variedades que cuentan con calidad y características que les permiten competir con otras marcas y granos a nivel nacional e internacional.
La preparación europea es la selección de un grano grande que se tuesta a 210 grados; la preparación americana es un grano medio que requiere 200 grados y recientemente la preparación Honey, que es una mezcla especial que se seca directamente en la cereza y permite conservar la intensidad y el dulzor a fruta.
La cuarta variedad es el café descafeinado, que es una selección de los mejores granos y luego de un proceso en el que se le extrae la cafeína es tostado y molido para su empaquetado, especial para las personas que con poca tolerancia a los efectos del grano.
Cada tanda de café es catada antes de ser empaquetado, para garantizar que cumpla con el sabor y las cualidades que se busca ofrecer.
“Son cafés muy buenos, están catalogados como uno de los mejores cafés de la zona y mucha gente ya conoce y busca el café de Aromas de Cabañas… La Importancia de que podamos consumir lo que se produce localmente, que se haga saber a la gente que Catemaco tiene también un buen café”.
Café suave con sabor afrutado
El cuidado y características que cada socio de la cooperativa aporta a sus cafetales hacen que en Aromas de Cabañas se puedan encontrar diversos aromas y sabores.
Aunque se trata de un café que se cosecha sobre los 500 y 700 metros del nivel del mar, el grano cuenta con sabores peculiares a madera, rosas y cítricos, que lo diferencian del café que se cosecha en otras regiones del estado de Veracruz.
“Pueden encontrar diferentes aromas y sabores, eso varía de los árboles que están en las plantaciones, pero se pueden encontrar sabores a madera, sabores a cítricos, sabores a rosas, va dependiendo de cómo está cuidada la siembra del café, es muy fresco y muchos dicen que pueden percibir mucho el café y aroma a cítrico, que es una característica de esta región por la humedad”.
Buscan darse a conocer
Pedro Joaquín Santos, presidente de la Sociedad Cooperativa, reconoce que el gran reto es que el café de Catemaco sea más conocido, ya que en el estado de Veracruz pocas personas saben que en Los Tuxtlas existe una variedad de cafés suaves que pueden competir en igualdad de sabores que con los que se producen en zonas como Córdoba y Coatepec.
En la medida en la que la marca Aromas de Cabañas pueda ser más conocida, se podrá mantener a los productores en este sector, que debido a los bajos costos y reducidos apoyos subsisten en una industria en la que cada vez es más difícil obtener buenas utilidades.
El precio del café pergamino, que es como se comercializa en volumen a las grandes empresas, es fijado por la Bolsa de Valores de Nueva York. En el 2021 el precio del kilogramo se vendía en 14 pesos, en 2022 pasó a los 11 pesos y para el 2023, que recién concluyó, su precio fue de 8 pesos.
HISTORIA DE AROMAS DE CABAÑAS
La Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec surgió formalmente en 1984, luego de la extinción del Instituto Mexicano del Café que tenía sus oficinas en Catemaco. Dos años antes, los productores se organizaron y decidieron no desistir de la siembra de este producto.
En 1994 iniciaron un gran proyecto en el que sembraron mil 84 hectáreas de superficie forestal, con árboles que permitirían mantener las condiciones naturales para sembrar las plantas y obtener una mejor calidad en el grano.
En el año 2000 el precio de café bajó y ya no era redituable para los productores, fue al año siguiente que surge la marca registrada Aromas de Cabañas, para vender el grano tostado y molido. La marca fue bien aceptada y desde entonces cumplen con envío nacionales y al extranjero, principalmente a los Estados Unidos.
Actualmente son 350 hectáreas de café las que siembran en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, con 200 productores que son socios de la cooperativa y cosechan 150 toneladas cada año, 40 por ciento que se vende tostado.
“Los productores, además de la economía, es la conservación del medio ambiente, porque si usted por ejemplo viene de Catemaco o de Acayucan, son lugares donde se siente más calor y la gente entra aquí a esta zona y estamos dos grados debajo de la temperatura, quiere decir que conservamos la vegetación y por eso le llamamos café sustentable”.
La cosecha empieza en noviembre, vienen los productores, se pesa su producto, pasa al despulpado, pasa a los tanques de fermentación, donde se están 24 a 26 horas el café, dependiendo de la temperatura del medio ambiente, de ahí se procede a lavarlo, después procedemos al secado del café pergamino, ese café pergamino debe tener 12 por ciento de humedad.
CAFÉ SUSTENTABLE
Francisco Rosas Pérez es uno de los 200 productores que integran la cooperativa Cerro de Cintepec, que comercializa la marca Aromas de Cabañas.
Con casi 30 años sembrando y cosechando la planta, se dice orgulloso por formar parte de una familia que salió adelante gracias a ese producto. Su abuelo, su padre y ahora él se dedica de tiempo completo a esto.
El productor destaca que una de las principales cualidades de la cooperativa es la importancia que da al medio ambiente, tanto que la producción no deja una huella negativa al ecosistema y, por el contrario, contribuye a su conservación.
Lo dicho por Francisco puede verse al momento que uno llega a Zapoapan de Cabañas. Para arribar a este poblado se atraviesa el puente que cruza la laguna de Catemaco y se conduce por 13 kilómetros, en un camino de curvas bordeado de árboles verdes y frondosos.
A medida que la pendiente va subiendo la temperatura baja hasta 2 grados y el ambiente fresco reconforta a los viajeros.
Francisco cuenta que el proceso inicia con la producción de la planta, que nace en un vivero y cuida por uno o dos años, hasta que tiene las condiciones para trasplantarla en la tierra. Por uno o dos años más es regada y fertilizada hasta que las cerezas rojas surgen de los tallos.
Afirma que la planta requiere un cuidado diario, para evitar que sea afectada por plagas como la roya o el gusano barrenador, pero también el cuidado de los árboles alrededor y el respeto de los animales que habitan el ecosistema.
El corte de las cerezas de café lo hace a mano, a veces acompañado por su esposa y sus hijos.
“A producir café se aprende de generación en generación, mi papá era productor y mi abuelo era productor, entonces conmigo ya son tres generaciones que hemos trabajado en esto y mis hijos que están en la escuela, pero me apoyan junto con mi esposa, este es un trabajo familiar, por el precio no podemos meter cortadores porque el precio no nos da para pagarles, pero toda la familia se involucra”.
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