El río Tonalá a la altura de la colonia El Muelle está severamente azolvado, lo que permite a pescadores y lancheros amarrar sus embarcaciones en medio del afluente.
El ‘obstrucción’ natural afecta a centenares de pescadores, debido que la arena impide que el cardumen arribe a esta zona, por lo que las artes de pescas ya no pueden practicarse en el río y ahora lo hacen en el Golfo de México aunque eso les representa un mayor peligro.
Según los mismos pobladores, estiman que las grandes cantidades de arena en esta región, son arrastradas por la corriente del arroyo Agua Dulce, que ahí mismo desemboca.
Versiones de los primeros fundadores de El Muelle, refieren que en décadas anteriores por esta franja navegaron embarcaciones de calado considerable, pero ahora, prácticamente una persona podría pasarse en medio del afluente.
Incluso, por esa misma razón, los pescadores han modificado su canal de navegación para evitar esta zona, mientras que otros prefieren remar que utilizar sus motores, ante el temor que las hélices terminen dañadas por la cantidad de arena compactada.
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