Álvaro Martínez Torres, llegó al municipio de Agua Dulce hace quince años, perdió todos sus documentos de identificación lo que le impidió regresar a Tabasco, debido que temía que lo detuvieran al confundirlo con un centroamericano.
‘El Chino’ como también se le conoce a Álvaro, vivía con sus padres en Macuspana Tabasco, pero cuando tenía 30 años abandonó su hogar por cuestiones laborales, pero su patrón, un maestro albañil ya no le pagó por su trabajo, por lo que terminó varado en la ciudad hidrómila.
Finalmente, en el 2019 llegó a la colonia kilómetro Dos donde la señora Enriqueta Altamirano Obil ofreció de manera humanitaria un terreno de su propiedad para que pudiera vivir, ahí, El Chino acondicionó ese espacio con sillones y colchones viejos en donde duerme.
Álvaro reconoce que tiene problemas con el alcohol pero pese a ello, trata de tener una mejor actitud sobre la vida, desea regresar a su tierra natal para volver abrazar a su madre Bertha Torres López, a quien dice ama con todas sus fuerzas.
Desde la semana pasada, vecinos de la mencionada colonia iniciaron una exhaustiva búsqueda a través de redes sociales de los familiares de El Chino, localizando a su padre, quien el lunes llegó a esta ciudad para llevarse a su hijo a Macuspana.
Cuando todo estaba listo para que regresara a su casa, personal de una línea de autobuses impidió que Álvaro subiera al camión de pasajeros, debido que se encontraba en ‘estado inconveniente’, por lo que con lágrimas en los ojos y semiparalizado se despidió de su padre, a quien volvió a ver después de 15 años.
El sueño de ver a su progenitora se truncó en los andenes de la central camionera, por lo que será hasta el próximo sábado cuando él pueda por fin pueda regresar a Tabasco si antes no se le presenta otro impedimento.
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