El mercado cambiario muestra una tendencia en contra del peso mexicano, que se deprecia contra el dólar estadounidense.
La divisa mexicana en los mercados internacionales concluyó alrededor de 20.29 pesos por dólar, lo que significó una depreciación de 1.7% o 34 centavos respecto al viernes anterior, de acuerdo con información de Bloomberg.
Con este resultado, el tipo de cambio hila tres semanas consecutivas de pérdidas frente al dólar, acumulando una depreciación de 5.4% o un peso con tres centavos en dicho periodo.
La posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales el próximo 5 de noviembre ha incrementado las presiones sobre el tipo de cambio. Además, se espera que el Partido Republicano gane la mayoría en ambas cámaras, lo que le daría a Trump la facilidad de hacer cambios en leyes en perjuicio para México.
El miércoles 30 de octubre, Édgar Amador Zamora, subsecretario de Hacienda, advirtió que la volatilidad en el tipo de cambio continuará por los comicios presidenciales de Estados Unidos. Sin embargo, recordó que el país cuenta con diversos amortiguadores, como un régimen de libre flotación, para aminorar este impacto en las finanzas públicas.
"Durante octubre prevaleció aversión al riesgo ante proceso electoral de Estados Unidos e inicio de recorte de la Reserva Federal. Los mercados financieros mantuvieron cautela ante la creciente percepción de una posible victoria por parte de Donald Trump", señalaron analistas de Citibanamex.
De acuerdo con el área de análisis del banco, en caso de que Donald Trump gane los comicios del próximo martes, el riesgo para México podría ser en materia comercial tanto por nuevas políticas restrictivas, como por la revisión del T-MEC en 2026.
Más temprano, el tipo de cambio iba a la baja debido a los malos resultados de empleos en Estados Unidos, que anticipaban la necesidad de la Reserva Federal de ser más rápidos y agresivos con sus recortes a los tipos de interés.
La expectativa de que la FED vaya a recortar tasas de forma más incisiva beneficia al peso, pues la diferencia de tasas entre ambos países incentiva la inversión en moneda nacional.
Sin embargo, y coincidiendo con la publicación de un buen resultado en el Índice de Gestor de Compras, que mide la actividad del sector manufacturero estadounidense, la apreciación del peso se diluyó y ahora presenta pérdidas.
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