El pago de impuesto es una de las obligaciones más importantes que conlleva la vida adulta. Y de entre los gravámenes que impone le gobierno de México, uno de los más importantes es el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
El ISR grava los ingresos que se generan de casi cualquier actividad económica en forma de efectivo, bienes, créditos o servicios obtenidos por personas físicas o morales. No obstante, existen una serie de excepciones que se libran de este cobro.
De acuerdo al Servicio de Administración Tributaria (SAT), los individuos obligados a pagar le impuesto a la renta serán todas aquellas personas que residan en México y obtengan ingresos en las formas mencionadas anteriormente, así como aquellas residen en el extranjero y realizan actividades empresariales o prestan servicios dentro del país.
No obstante, el mismo SAT contempla la excepción del pago de este tributo a aquellos grupos de individuos que, ya sea por su contribución pasada al sistema laboral o por su situación de vulnerabilidad, están libres de entregar este porcentaje de sus ganancias al gobierno. Esos grupos son los siguientes.
Las exenciones fiscales que contempla el SAT respecto al pago del ISR son las siguientes:
Cabe resaltar que, como se comentó en un párrafo anterior, estas excepciones buscan brindar un respiro financiero a aquellas personas o grupos que, ya sea por su situación actual o su contribución pasada, se considera indispensable garantizar su estabilidad económica.
Un ejemplo son los adultos mayores que ya sea que estén pensionados o jubilados, el ingreso que perciben no corresponde necesariamente a una actividad económica presente, pues ellos ya concluyeron su vida laboral y ahora disfrutan de las aportaciones realizadas en el pasado.
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