El día de hoy 13 de agosto a la 1:30 de la tarde el Fútbol Club Barcelona tendrá su debut liguero frente al siempre complicado e intenso Getafe de Bordalás.
En teoría el conjunto blaugrana podría llegar tranquilo a esta cita pues han realizado fichajes interesantes como el del alemán İlkay Gündoğan y el español Oriol Romeu quien ya pasó por el club cuando estuvo en las categorías inferiores.
Además, el Barcelona y su junta directiva encabezada por el abogado Joan Laporta han logrado mantener a jugadores importantes como Frenkie De Jong, Jules Koundé o el propio Robert Lewandowski, máxima figura y al que le llegaron cantos de sirena desde Arabia.
Uno pensaría que mantener a tus figuras siendo un club grande como el Barça debería ser cosa hasta de manual, pero teniendo en cuenta la situación financiera con la que reman a corriente, podríamos considerar esto como un éxito rotundo para una junta que se encontró al club en una crisis económica y deportiva.
A pesar del hándicap que representa no poder fichar con libertad y sufrir por mantener a tus estrellas, el equipo del español Xavi Hernández junto a su cuerpo técnico, han logrado salir adelante e incluso han dado más que buenas sensaciones en la pretemporada, con victoria incluida frente a su máximo rival, el Real Madrid.
Todo pintaría bien para el actual campeón de la liga española, de no ser por un suceso que ha tocado un poco el ánimo del vestuario.
El jugador francés Ousmane Dembélé, quien curiosamente no había encontrado regularidad alguna hasta la llegada de Xavi, ha decidido ‘traicionar’ la confianza de su club y de su entrenador.
El ‘mosquito’ decidió marcharse al Paris Saint Germain inesperadamente y de forma unilateral, lo hizo mediante una cláusula de recisión que le puso la directiva en su última renovación, como medida desesperada para que el jugador no se fuera sin dejar un euro en caja.
La decisión del francés tomó por sorpresa a propios y extraños, pero sobre todo a su máximo defensor, Xavi Hernández. Quien fuera campeón del mundo con la selección española de fútbol, le había otorgado toda su confianza al habilidoso extremo a pesar su historial de lesiones y constantes críticas de la afición, molestos por su rendimiento, sobre todo en relación a lo que costó en su día.
No cabe duda que la pérdida del ex jugador del Rennes representa un duro golpe para el Barcelona, ya que era considerado una pieza fundamental en las alineaciones y para muchos el mejor futbolista del equipo.
Su salida y más en la forma que se produjo, a un equipo enemistado con el Barça y dejando apenas 35 millones de euros, que por cierto habría que agradecerlos al propio Xavi, se podría considerar una ‘traición’ más que ha tenido que sufrir el club blaugrana.
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