Pedro Rodríguez, el piloto mexicano más grande, fallecía un día como hoy

Hace 51 años partía uno de los más grandes pilotos mexicanos de todos los tiempos. Mientras corría las 200 millas de Núremberg, Alemania, Pedro Rodríguez de la Vega perdió el control de su Ferrari 512 M al tratar de rebasar, estrellándose contra la salida de un puente.

El mexicano falleció camino al hospital debido a lo grave de sus heridas un 11 de julio de 1971.

Pedro fue el segundo de cinco hermanos; junto con Ricardo, dos años menor, comenzaron a desarrollar un gusto por las carreras, primero en el ciclismo y en las motocicletas para dar el salto a los autos. Gracias a que su padre Pedro Natalio Rodríguez, gozaba de una buena situación económica, le fue más fácil costear el gusto de sus hijos.

El mayor de los dos hermanos logró debutar a finales de 1957 corriendo el Nassau Trophy en un Ferrari 500 TR; sin embargo, una falla mecánica le impidió terminar la competencia. Por su parte, para 1960 Ricardo logró romper el récord (que aún mantiene) como el piloto más joven en subir a un podio en las 24 horas de Le Mans con 18 años y 133 días al finalizar en segundo lugar, llamando la atención del mismísimo Enzo Ferrari, quien lo reclutó como piloto oficial.

Sin embargo la tragedia estuvo a punto de truncar los sueños de Pedro. El 2 de noviembre de 1962 su hermano Ricardo falleció durante las pruebas del primer Gran Premio de México, lo que hizo que Pedro estuviera a punto de retirarse, aunque pronto tuvo que retomar esta profesión al ya tener un nombre forjado.

Fórmula Uno

Fue en 1967 cuando a bordo de un Cooper T81 el mexicano logró su gran hazaña: ganar el Gran Premio de Sudáfrica; en 1968 sumó tres podios más con el equipo BRM. En total, corriendo con ellos logró subir al podio en cinco ocasiones, y ganó el Gran Premio de Bélgica en 1970.

Fueron en total 55 grandes premios en los que corrió, con saldo de dos victorias, cinco podios, una vuelta rápida y el sexto lugar en el campeonato de pilotos en 1967 y 1968, y hasta hace poco era el mexicano con el mejor sitio en el Gran Premio de México al llegar en la cuarta posición.

Una leyenda

Pero eso no fue todo. Pedro Rodríguez rompió paradigmas al ganar las 24 horas de Le Mans en 1968. En ese tiempo era más fácil que los pilotos saltaran de una categoría a otra, lo que le permitió a Rodríguez participar en diferentes competencias.

Se impuso también en las 24 horas de Daytona, en los 1000 kilómetros de Monza, y otras carreras más, con las que amplió su leyenda dentro del automovilismo.

El 27 de junio los 1000 kilómetros de Zeltweg, en Austria, marcaron la victoria final de Pedro Rodríguez, que de nuevo le aseguró a Porsche el título de Marcas de 1971. Ocho días después, el trazado de Núremberg fue su último recorrido.

Pedro Rodríguez se ganó un espacio en el cielo del automovilismo, junto a otras pocas estrellas que lograron forjarse un nombre en el mundo de las cuatro ruedas.