Ubicada en el fraccionamiento Palmas del Coyol, en los campos de "La Madriguera", la Academia de Fútbol Atlas Veracruz se ha convertido en un semillero de talento para jóvenes que sueñan con llegar al profesionalismo.
Victor Antonio Franco Rosas, mejor conocido como ´Tony Franco´ es uno de los encargados de formar desde hace más de cuatro años a las y los futuros jóvenes que sueñan con convertirse en guardamentas profesionales en la academia.
Su objetivo no solo es desarrollar habilidades en la cancha, sino también ayudarles a convertirse en personas integras que puedan representar con orgullo a Veracruz.
"Lo principal hay que formar buenas personas y seres humanos y de ahí la disciplina ante todo (...) nosotros lo único que somos es el canal para impulsarlo", explica Tony, destacando que el fútbol es una herramienta de formación más allá del deporte.
Para Tony Franco, la filosofía que es inculcada en la academia es simple y corta.
"No te rindas" pues menciona que a los entrenamientos llegan niños sin alguna noción de lo que es patear el balón o lanzarse al suelo para una atajada, por lo que su misión es demostrarles que, con esfuerzo y determinación pueden lograrlo.
En cuanto a su metodología, destaca que la base es la técnica, enfocándose especialmente en la recostada y la reincorporación, habilidades fundamentales en el fútbol moderno, donde el físico juega un papel cada vez más importante.
"Primero hay que enseñarles a caer, a tirarse para no lastimarse y poco a poco va saliendo lo demás", señala.
Además enfatiza la importancia de la seguridad bajo los tres palos: "El portero lo que tiene que brindar atrás es la seguridad y que no les de miedo en el caso de los niños".
Franco comparte que su labor como entrenador le brinda enormes satisfacciones, ya que el fútbol es su gran pasión.
A sus 43 años, sigue activo como portero, lo que le permite mantenerse en contacto directo con el deporte que tanto ama. Sin embargo, lo que más lo motiva es ver el progreso de sus alumnos y como su esfuerzo comienza a dar frutos.
Uno de los ejemplos más claros del trabajo de la academia es Víctor Huesca, un joven portero formado en sus filas que actualmente entrena con el equipo de tercera división de Cruz Azul.
Para Franco su progreso es motivo de orgullo y un reflejo del esfuerzo que se realiza en la academia.
"Allá lo tenemos, está probándose apenas, está viendo a ver si queda o lo llaman porque de eso se trata, el simple hecho de que estén ahí para mí ya es un logro", expresó con satisfacción.
Por último, Franco hace un llamado a los padres de familia que buscan un espacio donde sus hijos puedan practicar deporte y perseguir el sueño de convertirse en futbolistas profesionales. Más allá del rendimiento en la cancha, asegura que en la academia se forman personas con valores.
"Les prometo que no se van a arrepentir, si no logro hacer porteros profesionales, por lo menos buenas personas: gente honrada, con valores hacia la sociedad, disciplinada y responsable", concluyó.
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