Veracruz perdió a un excelente jugador, el orgullo de la colonia Río Medio, en la zona norte del puerto jarocho.
Diego El Puma Chávez creció en Dos Bahías, la calle principal de la colonia Río Medio, un barrio bravo en Veracruz, en donde la inseguridad pega todos los días, por ello los que crecen allí deben ser rudos por obligación.
Sin embargo el jovencito de la calle Dos Bahías salió adelante y lo hizo por medio de la pelota.
El “Puma” supo mejor que nadie lo que era el sentimiento jarocho. Sus tatuajes eran parte de su historia. No era fácil crecer en una de las zonas más peligrosas de Veracruz.
Su forma de hablar lo delataba como jarocho, tenía alegría y carisma.
En una entrevista confesó que su ídolo era Cuauhtémoc Blanco y pretendía emularlo. “Viene de un barrio pesado como el mío. Igual le pusieron muchas trabas desde el principio por cómo era, pero luchó para estar donde estuvo y ser lo que es”, dijo El Puma Chávez en aquella ocasión.
Diego enfrentó muchas dificultades para estar en la Liga MX. Incluso un escándalo de excesos provocó que lo separaran. Era la jornada 7 del Clausura 2018. La noche caía en Ciudad Universitaria. Chávez salió corriendo hacia la afición jarocha después de su segundo gol. Besó el escudo de los escualos y les dijo, con señas, que por él no descendería el equipo.
Después llegó la jornada 8 y 9 ante América y Lobos BUAP para después no saber de él. Fue dado de baja por “asuntos de carácter personal”; sin embargo, la gente aseguraba verlo en antros.
Fuentes cercanas decían que lo internaron para su recuperación.
Su regreso al futbol fue inspirador, se le veía contento en el campo de entrenamiento y siempre estaba orgulloso de sus orígenes: “Lo es todo para mí. Imagínate un jarocho, futbolista en el Veracruz y siendo titular”, decía El Puma Chávez en su paso por los Tiburones Rojos de Veracruz.
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