Un partido muy intenso entre Cruz Azul y América se vivió en la ida de la Gran Final del torneo Clausura 2024 de la Liga MX, pues el saldo fue un empate 1-1 que deja todo abierto para el choque de vuelta del próximo domingo.
El Estadio Ciudad de los Deportes acogió el primer episodio de la definición por el título y desde temprano ambas escuadras supieron asestar sus golpes para dejarle en claro al rival que nada se regala y cada pelota deberá jugarse como si fuera la última.
Y es que así estaba predispuesta la exigencia para los dos mejores clubes de la fase regular, el uno y el dos de la Tabla General arribaron a esta instancia con autoridad para enfrentarse en el Clásico Joven por tercera ocasión en una Final en torneos cortos.
Y apenas a los siete minutos apareció el campeón de goleo, Uriel Antuna, quien aprovechó una desatención de la zaga azulcrema para lanzarse en solitario al área, donde fue derribado por el guardameta Luis Ángel Malagón para que el árbitro Fernando Hernández decretara una pena máxima discutida por los elementos de las Águilas.
Pese a los reclamos, nada cambió y el Brujo Antuna tomó la bola y la responsabilidad para abrir el marcador con un disparo a la izquierda de Malagón, quien se había lanzado al otro costado en su intento por adivinar la trayectoria de la bola. Explotó la casa azul.
Pero fue el América el que recibió de mejor manera el golpe y se recuperó pronto, cuando Henry Martín dejó entrar el balón ante una mala marca de Carlos Salcedo para luego servir un bombón que no desperdició Julián Quiñones, quien llegó solo a empujar.
La curiosidad fue que el dorsal de Quiñones es el 33, el número de la suerte que Cruz Azul adoptó durante toda la Liguilla, con la afición y equipo haciendo referencia a este en cada oportunidad, sin embargo la cábala no resultó del todo.
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