Aunque resolvió en tres sets, Novak Djokovic tuvo que pisar el acelerador para batir al español Alejandro Davidovich, que ofreció tres horas y media de resistencia, este viernes en la tercera ronda de Roland Garros, que Carlos Alcaraz y Aryna Sabalenka superaron con total autoridad.
Era un partido trampa para Djokovic ante un Davidovich que ya le ganó en Montecarlo el año pasado, capaz de llevar la iniciativa y que incluso tuvo una bola para llevarse el segundo set.
Pero un Grand Slam es ‘terreno Djoko’ y la leyenda firmó su 14º octavos de Roland Garros consecutivo esquivando con acierto dos ‘tie-breaks’: 7-6 (7/4), 7-6 (7-5) y 6-2.
Eso sí, el serbio no concibe un Grand Slam “sin drama”. Si en su debut la polémica estuvo en su mensaje sobre Kosovo y en el segundo partido en la ‘pila’ que llevaba pegada en el pecho -un dispositivo de nanotecnología-, este viernes tocó su gestual enfado en pista por los ánimos a Davidovich.
Jugará en octavos contra el peruano Juan Pablo Varillas, sensación del torneo al ganar sus tres primeros partidos en cinco sets. Este viernes apeó al polaco Hubert Hurkacz.
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