Ya se iniciaron las campañas electorales del 2024

No se puede ocultar que ya empezaron de manera anticipada las campañas políticas para las elecciones federales más importantes de la historia de México, en que se renovará la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y nueve gubernaturas.

De manera especial los aspirantes a estos cargos públicos del partido creado por el presidente López Obrador, Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que por el vaticinio de los conocedores de la compleja política mexicana serán los protagonistas con mayores posibilidades de acaparar la gran mayoría de estos importantes cargos de elección popular.

En pasada reunión que tuviera el mandatario con las cuatro corcholatas y los senadores de su partido apuntó: “Tenemos que estar unidos y definir más rápido a los candidatos que van a competir en el 2024”. Con estas palabras dio el banderazo de salida y puso en marcha su testamento político. Lo más probable es que en el mes de julio o más tardar en agosto se conozca el resultado de la primera encuesta, que incluye a simpatizantes y no simpatizantes de Morena, será la población en general la que decida quién debe ser el próximo presidente de México.

Paradójicamente cuando ya se conocen los nombres de los aspirantes al Poder Ejecutivo Federal y de las nueve gubernaturas, los partidos políticos de oposición no encuentran las cartas adecuadas para competir contra los abanderados del régimen de la cuarta transformación. El problema para los directivos del PAN y del PRI, que en el pasado se pensaban que eran distintos, ahora resulta que son iguales y que hacen realidad la mafia del PRIAN. Ya se dio en el estado de Veracruz que dos legisladores del congreso local del PAN abandonaron sus filas Othón Hernández y Hugo González avergonzados de estar integrados al partido tricolor. Lo mismo ocurre con los candidatos a la gubernatura donde ya se rebelaron al gobernador Cuitláhuac García, el secretario de Educación Zenyazen Escobar y el delegado general Manuel Huerta Ladrón de Guevara

Los intentos de los opositores que quieren figurar se han dedicado a criticar al gobierno federal que encabeza su presidente considerado como el segundo mandatario más estimado y con mayores votos favorables de su gestión en el mundo.

No es secreto que la decisión sobre el sucesor de Andrés Manuel López Obrador se centra en dos personas, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard y se menciona como un tercero al secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández quien figura como el mediador entre los dos poderosos grupos políticos de la izquierda que enfrentan en un mediático choque. Por lo pronto, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Martha Delgado, presenta su renuncia y se transforma en la calificada operadora electoral de tiempo completo del canciller.

Al mismo tiempo se mueven fuera del control oficial los posibles candidatos a los gobiernos estatales donde figura la entidad veracruzana, considerada por su importancia como la cuarta en su padrón electoral.

Lo que siempre ocurre cuando se perfila el final de un sexenio salen a relucir los que no están de acuerdo con el gobernante en turno y Veracruz se convierte en un polvorín político donde la mecha corta de sus domados militantes aparece en forma acelerada. En párrafos atrás mencionamos los movimientos registrados en el gabinete y la salida de diputados locales en busca de mejores aires ajenos a la sumisión partidista.

Se va a vivir un año muy interesante para la clase política.