Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son los recursos y herramientas que permiten procesar, almacenar, transmitir y compartir información, cuya base se centra en los campos de la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones, para dar paso a la creación de nuevas formas de comunicación. Computadoras, Teléfonos móviles, Televisores, Reproductores portátiles de audio, Internet, Redes de comunicación diseñadas para mejorar la comunicación entre personas, son herramientas tecnológicas que favorecen al desarrollo de procesos productivos, lo que permitirán recolectar datos, analizarlos y elaborar patrones útiles para automatizar y simplificar los procesos de control. Hoy con la Inteligencia Artificial, se amplían estos procesos cuya finalidad es la penetración/dominación.
Enfocándose en la manipulación de la conciencia de las personas, que hoy en día es un gran problema. Esto se debe a que, en la información actual, la manipulación de la conciencia de las masas, mediante la tecnología de la información, ha adquirido un carácter total y sobre todo global. La sociedad de la información forma un acceso libre a los recursos de informativos y hace la vida del hombre moderno mucho más fácil. Influenciado por factores sociales, políticos, económicos y culturales, lo que conduce cada vez a una mayor de manipulación, creando las condiciones de una realidad mediática que refleja los intereses del capital.
Dentro del marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Buenos Aires, Argentina, Donald Trump, aseguró la terrible recepción en la Casa Blanca, con el "clepto-porno-comediante jázaro" Zelensky (Jaliffe dixit), en paralelo el saludo nazi de Eduardo Verástegui, emulando al realizado por Elon Musk y posterior al de Steve Bannon, ex asesor de Trump en su primer mandato. La ultraderecha se posesionó con Georgia Meloni en Italia y Viktor Orbán de Hungría, ahora con el intento protagonista de Alice Weidel, de Alemania, que cayó para arriba, con la visión fascista de Vox en España y Verastegui en México. Las nuevas tecnologías aplicadas por Elon Musk y sus compinches, no lograron su objetivo de intervenir en elecciones de Alemania, para centrarse ahora en Hispanoamérica.
La "teoría del loco" que popularizó Roland Reagan: "Si actuaba como enajenado, los países con los que negociaba no sabrían a qué atenerse: podría no suceder nada o podía atacarlos con una bomba atómica". Trump utiliza aranceles como bombas. Primero dijo que castigaría a México y Canadá en el mismo día que tomara posesión, pero no lo hizo. Dijo y desdijo. Hoy la nueva realidad lo lleva al dos de abril, pero será a todo el mundo.
Todo esto conduce, ya no a una guerra fría, sino cognitiva. Fernando Buen Abad, filosofo argentino, en su libro La guerra Cognitiva expone: "es un tipo de guerra híbrida que busca influir en las actitudes y comportamientos de las personas. Se trata de una forma de manipular la percepción de la realidad. se centra en atacar y degradar la racionalidad, lo que puede llevar a la explotación de vulnerabilidades y al debilitamiento sistémico para explotar los sesgos mentales y el pensamiento irreflexivo y provocar distorsiones en su pensamiento e influir en la toma de decisiones y entorpecer sus acciones, con efectos negativos. El objetivo es atacar, explotar, degradar o incluso destruir, los enfoques necesarios para el funcionamiento eficiente de grupos, sociedades o incluso naciones. Utiliza la información como combustible, pero va mucho más allá de la mera información".
Donald Trump no es un hombre que duda. Está dominado por las certezas. Rebosante las convierte en decisiones de gobierno por medio de anuncios y órdenes. Recurre a la provocación, la amenaza y la intimidación. La situación repercute directamente en la vida de la gente en su país. Se extiende a otras partes del mundo para atraer la atención sobre él, para intentar apropiarse de Ucrania su impresionante riqueza de minerales, la tierra "rara" para producir alimentos y sobre todo la vasta dotación de petroleo y gas, y así compartir con Rusia la enorme riqueza ucraciana. Riqueza que demandan también la Unión Ejuropea a traves de Gran Bretaña, Francia y Alemania. La meta es dual: frenar/provocar la Tercera Guerra Mundial, para repartirse, hoy Ucrania, después Gaza y mas adelante todo lo que impida el expansionismo imperial, sin mas balas, muertes y destrozos de viviendas, museos, hospitales, escuelas. Por lo que manipular, controlar, mediatizar mentes y conciencias ciudadanas es "peccata minuta" a los grandes intereses del capital tripolar. Así lo expuso George Orwell, en su novela 1984, donde los regímenes opresivos siempre necesitan enemigos. Mostrando cómo estos pueden crearse arbitrariamente atizando las emociones de la gente a través de la propaganda. En la actualidad son las redes sociales las que recopilan cada gesto, cada compra, cada comentario que hacemos en internet y alimenta una presencia omnisciente en nuestras vidas capaz de predecir todas nuestras preferencias. Basada en los consumidores, el usuario como mercancía con la que se comercia, la recolección de esas preferencias para distorsionar la realidad a su antojo, en base a sus intereses. El mundo tripolar, en sus vertices se encuadran al Dinero, Dominación y Poder, para consolidarse se requieren armas y drogas. En ese orden, guerras y crimen organizado, por lo que el control esta en manos de Trump, Putin y Xi Jinping, no hay mas.
George Orwell lo dijo: "Despiertos o dormidos, trabajando o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la cama, no había escape. Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo...Los móviles y dispositivos tecnológicos, crean con la exposición constante, la inevitable manipulación de la verdad desde organismos de poder, el control de nuestros datos, especulaciones sobre el futuro y el uso de la tecnología... son algunos de los detalles que nos pueden recordar a un edificio construido de modo que toda su parte interior se pueda ver desde un solo punto. Un lugar donde todos nos vigilamos entre todos, un sistema de autocontrol por la sensación permanente de ser observado y vigilado bajo la coacción de unas normas. La analogía con la realidad no sólo se trata del Gran Hermano, sino de todo el engranaje y los mecanismos que se derivan de este sistema político autoritario".
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