Si las cosas siguen como van, ya la repartición de cargos está a todo lo que da, y los Yunes Azules que ya han reaparecido en diversos actos y masivamente este fin de semana, se quedarán de nueva cuenta con lo mejor del pastel en el PAN.
Así, como se ha dicho, los grupos y corrientes al interior del PAN, que se contabilizan en unos cinco o seis fracciones con sus respectivos liderazgos regionales se quedarán chiflando en la loma, u obtendrán una que otra buena migaja como el grupo de Enrique Cambranis o de Tito Delfín.
Tan es así que la historia ya se la saben dentro de Acción Nacional y no está cayendo nada bien que el clan siga gobernando y adueñado en ese partido.
La factura se le pasará sin duda al virtual abanderado del bloque opositor en busca de la gubernatura por el PAN, PRI y PRD.
Pero esto no impedirá que la familia cumpla con su cometido, de repartirse el botín, y de alejarse de la gubernatura.
Por ello se establece que como candidato al Senado en primera fórmula, se ubica al exalcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, mientras que su suplente, será nada menos que su hermano, el exalcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez.
La esposa de Miguel Ángel Yunes, Patricia Lobeira, dejará por un momento la presidencia municipal para ser candidata a diputación federal plurinominal, quien se asume que tomará protesta, pero inmediatamente pedirá licencia para regresar a terminar la administración del Ayuntamiento.
De tal forma que una vez que concluya su periodo como alcaldesa, volverá por dos años más a la diputación federal de la que pidió licencia.
A esto, hay que agregarle en la ambiciosa estrategia yunista de acaparar todo lo que se mueva en su partido, que Miguel Ángel Yunes Márquez estaría menos de un año del 2024 a 2025 para competir la alcaldía, y entonces dejando a su hermano, quien sería senador por segunda vez.
Otra integrante del clan es Maryjose Gamboa quien simplemente repetirá como diputada federal, claro que bajará a hacer campaña, pero prácticamente tendría de nuevo el triunfo para quedarse otro periodo en San Lázaro.
La senadora Indira Rosales, para no quedarse sin chamba, tendrá una diputación local de mayoría, lo mismo que Miguel Hermida y Verónica Pulido.
De esta forma todos felices, todos contentos. ¿Y la militancia?
Ha trascendido desde muy altas esferas que Rosa María Hernández Espejo arrasó en la encuesta por el Distrito 12 federal. La legisladora ha venido haciendo un trabajo a ras de tierra con la gente gestionando y escuchando sus necesidades; y en la Cámara los temas que ha trabajado en sus comisiones, pero lo más importante.
Algo que le han reconocido es el apoyar las iniciativas que el Presidente ha enviado en favor del pueblo y luchando contra la oposición ahí en la Tribuna.
La diputada federal, Rosa María tiene la venia también de Rocío Nahle, la virtual gobernadora del Estado y de Claudia, aspirante y casi ganadora también de la Presidenta porque desde un principio abrazó el lado correcto.
Aseguran, quienes están cerca, que no se equivocó ni se pandeó y eso en política cuenta mucho.
Así que Rosa María parece ir de frente a la candidatura, dejó en el camino al diputado local Fernando “El Huevo” Arteaga que, ahora con qué cara levantará la mano a otro cargo si perdió la encuesta, y a la regidora Lizeth, amiga de El Huevo quienes querían hacer el uno dos.
Pero además le alzó la mano al personaje equivocado como fue Sergio Gutiérrez.
Con estas fortalezas, la diputada, les complica la aduana de Veracruz puerto a los Yunes que ya casi la pierden con el morenista, Ricardo Exsome, y ahora, se las verían más difícil.
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