Telééééfonooo. - ¿Sí?, ¿qué pasa?... Oiga, oiga, caro autor, no me haga la voz del Águila de Serfin… ¡Caramba Mordisquito, qué memoria!, ¡bah, fruslerías!. Al grano autor, al grano. Pues usted llamó Mordisquito, así que sirva de ese puchero.
¿Puchero? Jajaja, usted y sus palabrejas. Pues mire usted caro escribano… Deme un minuto… ¡Más respeto! ¿Pues qué dije Mordisquito?, Ajá, sí, hágase güey, qué pasó Mordisquito, más respeto. Pues eso digo, pues eso hago, pues no se raje, pues no me rajo… Bueno, bueno, ya escribano, no se sulfure. Le hablaba para comentarle un afiche con el que me topé. Y qué cree, que se me hace, por lo que dice el afiche, que ese muchacho, ChiquiFer, no tiene buena prensa en los fraccionamientos fifí. ¿Ah no? ¿Y eso, cómo lo sabe?
Pues verá usted escribano, no está usted para saber ni yo para contar pero resulta que ahí por la calle de Ernesto Domínguez le colgaron un afiche al alcalde de Veracruz, y el afiche en cuestión dice así (Suena redoble de tambores y choque de platillos): “Fernando Yunes Marquez (sic) URGE DRENAJE DESPUÉS PAVIMENTACIÓN” (Recontra sic). Padecemos de agua luz inundaciones e inseguridad NO más permisos para edificios y bares”.
¿Cómo la ve escribano? Pues mal, muy mal Mordisquito, muy mal. ¡Claro que sí, muy mal!, ¡Tremendo barrio tan fifí y tan a merced del mal gobierno! Oiga Mordisquito, ¡cálmese, vamos por partes!
Verá usted Mordisquito, usted ni vive por ahí, es pendenciero de quinto patio y además el problema del barrio no es ninguno de esos. ¡Adio escribano, ora si me hingó! No Mordisquito, yo no ingo, los que ingan son otros, pero a ver, le pregunto, haga de cuenta que soy su médico de cabecera… ¿cómo Alcocer?, ¿cómo Gattel? Oiga, oiga, no sea llevado, un médico serio, no charlatanes de cuarta t o cinco g o lo que sea, haga de cuenta pues que soy su médico de cabecera, ¿cómo la odontóloga de Oxford? ¿La de la UNAM? Ándele, algo así, algo así. A ver Mordisquito, pregunta seria: ¿usted padece de agua?, ¿padece de luz? ¿padece de inundaciones? ¿De inseguridad? Bueno yo, este, o sea, lo que se dice padecer, padecer, pues no padezco, pero esas personas, no sé, me preocupan.
¡Ah Mordisquito!, usted siempre tan preocupón. Lo que esas personas padecen es falta de agricultura general, porque donde dice “padecemos”, debe decir carecemos; Márquez lleva acento y escribir todo en mayúsculas, según las reglas del tribunal del Santo Oficio de las benditas redes sociales, es gritar. Así que, Mordisquito, ya que anda de chismoso y preocupón, fíjese en la escuela que hay por ahí donde vio el afiche y dígale al intendente que les eche una manita. ¿Y que lo quite? No pues, cómo cree. No Mordisquito, no, que no lo quite, o que lo quite, pero que lo corrijan y lo escriban bien. Y usted deje de andar por ahí de argüendero gritando que muera el mal gobierno porque no tiene idea de nada. Vaya mejor a ver cómo anda su candidatura y luego me cuenta. ¿Candidatura? ¡Qué llevado escribano! ¡Ahreeee!
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