¡Cuántos mexicanos ofrendaron su vida, para que esta frase se convirtiera en realidad!.
Luego entonces, resulta incongruente que habiéndonos costado tanta sangre y sufrimiento conquistar nuestro derecho a escoger libremente y mediante el voto a nuestros gobernantes, simplemente el día de las elecciones no salgamos a votar.
Por eso mismo, les decimos:
Esta es la última llamada.
¡Salgan a votar, salgan a votar!.
Las cosas no van bien en México, por más que nos quieran hacer creer que estamos en Jauja.
El desempleo continúa.
La economía sigue estancada.
La calificación internacional de México sigue en declive.
La epidemia parece repuntar en algunas regiones del país y si no hacemos algo pronto, puede surgir un rebrote de coronavirus.
Las dádivas clientelares disfrazadas de ayudas sociales, continúan usándose para captar votos, secando el erario público.
Esa es la verdadera razón por la cual tiene tanta simpatía el presidente. Quien recibe dinero mensualmente sin trabajar, sin producir nada, sin dar golpe, ni dar resultados; es alguien convencido de que la 4T le está haciendo justicia.
Nada más falso. Pagar sin producir nada es simplemente una compra anticipada de votos. Es fomentar la pereza y la irresponsabilidad. Es pagar con dinero de quienes sí producimos a quienes solo estiran la mano para recibir las dádivas.
Para reponer lo gastado, es casi seguro que nos suban los impuestos después de las elecciones, porque no hay dinero que alcance para reponer lo que se dilapidó.
Actualmente ni siquiera hay recursos suficientes para el mantenimiento de la infraestructura ya hecha. Por eso hay tantos accidentes.
Por otra parte, los poderes siguen concentrándose y girando alrededor de una sola persona, lo que elimina los contrapesos y equilibrios que hacían funcionar al sistema; a pesar de sus deficiencias.
La propaganda nos repite hasta el cansancio que ahora ya no se roba y el dinero se destina a carreteras, medicinas, escuelas.
Eso suena muy hermoso.
Pero la realidad es otra: La mayoría de las compras y las obras se contratan por asignación directa, no mediante licitaciones. Se nos olvida que en arca abierta, el justo peca.
Medicinas suficientes no hay, carreteras nuevas, bien diseñadas tampoco; escuelas dignas, no se ven.
Antes, con todo y la corrupción, las medicinas no faltaban y las obras públicas, carreteras, escuelas y hospitales, con todo y sus múltiples “asegunes”, ahí iban.
Resulta obvio que no queremos regresar al pasado por la corrupción que había, pero tampoco queremos estar en un presente donde se manejan las cosas con tanta ineficiencia, ni entrar a un futuro lleno de incertidumbre por tantos yerros plagados de ocurrencias.
La única solución viable ante tantas calamidades es votar responsablemente para enderezar al país. Con nuestro voto y con los contrapesos adecuados podemos lograrlo.
No les parece a Ustedes?.
Muchas gracias y buen fin de semana.
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