Entrevistado el lunes pasado sobre los elementos policiacos que persiguieron y balacearon en un fraccionamiento residencial de Xalapa a un par de jóvenes universitarios desarmados que no se quisieron detener en un retén la noche anterior, el secretario de Seguridad Pública del estado, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, respondió que “todo está bajo control”, ya que sus subordinados tienen la instrucción clara de actuar y respetar los derechos humanos.
Este incidente ocurrió luego de que el 20 de junio pasado, elementos de la Fuerza Civil asesinaron a mansalva a los hermanos Alberto y Jorge Cortina Vázquez durante una manifestación de campesinos de Totalco, en el municipio de Perote.
“Los errores que se cometan por cada elemento, ya será responsabilidad de cada uno de ellos”, dijo lavándose las manos el ingeniero hidrógrafo egresado de la Heroica Escuela Naval de Antón Lizardo, Veracruz, pero que es originario de Oaxaca, entidad donde también ocupó cargos de seguridad pública en la administración del ex gobernador perredista Gabino Cué Monteagudo.
Después de haber sido Comisario General de Seguridad Pública y Vialidad en el municipio de Oaxaca, Zúñiga fue designado en marzo de 2013 Comisario General de Seguridad Pública del estado y a finales de ese año ascendió como Comisionado de la Policía Estatal. Posteriormente quedó encargado de despacho en la SSP tras la renuncia del titular Marco Tulio López Escamilla. Pero a menos de un año de ocupar el cargo, tuvo conflictos con los elementos policiales bajo su mando, atribuidos a cuestiones políticas. En septiembre de 2014, integrantes de la policía estatal pararon labores para pedir la renuncia del nuevo secretario de Seguridad Pública, Alberto Esteva, del comisionado Zúñiga Bonilla y otros jefes policíacos. Los acusaban de estar utilizando el dinero destinado a la dependencia en la campaña para la gubernatura. El 28 de ese mes terminó la huelga de policías y Esteva Salinas pasó a la Jefatura de Oficina del gobernador Cué, mientras que Cuauhtémoc Zúñiga fue llamado por la Secretaría de Marina para reincorporarse a las filas de las fuerzas federales.
Ya en Veracruz, Zúñiga Bonilla relevó en la subsecretaría de Operaciones de la SSP a Eugenio Palma Bernal, quien fue señalado de incurrir en abusos de autoridad y otros excesos de su cargo.
Como subsecretario, Zúñiga era jefe directo de Alan Ciprián Canseco, imputado por la Fiscalía estatal por la desaparición forzada del jefe de la Policía Vial de Veracruz, Juan Alan Cuetero Meza, (a) “El Archi”, ocurrida el 29 de mayo de 2022.
A raíz de este caso, circularon versiones internas de que el todavía titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, y el subsecretario de Operaciones sabían de los malos policías y no hacían nada.
El 22 de noviembre de 2022, al comparecer por primera vez ante el Congreso local como secretario de despacho, Zúñiga fue sorprendido por el diputado priista Marlon Ramírez, al mostrarle el contrato número SSP-UA-076-22 que el propio capitán firmó el 10 de agosto de ese año todavía en su calidad de Subsecretario de Operaciones, el cual le fue asignado a una “empresaria” identificada como Araly Rodríguez Vez, quien resultó ser una modesta empleada de la SEV que en los últimos dos años había recibido 40 millones de pesos para proveer de vestuario y uniformes a personal de la SSP.
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