Ayer, la Fiscalía General del Estado reportó la muerte de seis personas –cinco hombres y una mujer– que estaban “al interior de un bar que se presume operaba de manera clandestina” en la localidad Zacate Colorado, del municipio de Tihuatlán. Una de las víctimas sería el hermano del propietario del establecimiento que operaba ilegalmente. Según la versión de algunos testigos, llegaron dos hombres armados preguntando por el dueño y, al no salir éste, comenzaron a dispararle a los presentes.
No es el primer suceso de esta naturaleza. Hace casi cuatro meses, entre la noche del 1 de enero y la madrugada del día 2, al menos ocho personas fueron asesinadas en Poza Rica y Coatzintla en diferentes bares donde vendían droga, según declaró entonces el gobernador Cuitláhuac García, quien deslizó que todo apuntaba a un presunto ajuste de cuentas entre grupos delictivos.
Días antes, la noche del viernes 23 de diciembre de 2022, un comando fuertemente armado interceptó en una plaza comercial de Poza Rica al comandante de la Policía Municipal de Espinal, José Luis Quinto Lorenzo. Su cuerpo, desmembrado y decapitado, apareció ocho días después en un paraje conocido como El Mirador. Los criminales colocaron una lona y dejaron acomodados los restos humanos en hieleras y bolsas de color negro.
Tras este impactante suceso, al menos cinco policías subordinados de Quinto Lorenzo renunciaron y otros tres hicieron lo mismo en Chumatlán, municipio situado a 31 kilómetros de Espinal.
La madrugada del martes 21 de marzo, previo al inicio de la Cumbre Tajín 2023 en el recinto adjunto a la zona arqueológica del Totonacapan, aparecieron los restos de Everardo Rosales Espinoza, extesorero municipal y operador político del exalcalde de Coxquihui, Reveriano Pérez Vega, el jefe del llamado grupo de “Los Pelones”. Su cuerpo también fue decapitado y desmembrado. El cadáver de su esposa apareció frente a la casa de Juana Pérez Jiménez, la regidora del partido Fuerza por México, a escasos metros de las instalaciones del Mando Único de la Sierra de Papantla, instalado en esa cabecera municipal.
Dos meses antes, el domingo 22 de enero, sobre la carretera federal Veracruz-Xalapa, a la altura de la base aérea de la Marina Armada de México, en Las Bajadas, fue acribillado junto con su esposa y tres hijos, Fernando “Pino” Pérez Vega, también conocido como el “R-15”, hermano de Reveriano y excandidato a la alcaldía de Coxquihui por el partido Fuerza por México, a cuya asamblea con los dirigentes nacional y estatal asistió en un hotel porteño.
“Pino” fue señalado por el excomandante de la policía de Espinal como un generador de violencia en la sierra totonaca y relacionándosele con los ataques cometidos tres semanas antes a bares de Poza Rica, que dejaron como saldo al menos ocho muertos. Pero él ya no vive y los crímenes siguen.
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