Situación de las OSC en México

El sector sin fines de lucro, que también ha sido llamado tercer sector, privado social, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, economía solidaria, se encuentra en una situación complicada.

En México su actividad se relaciona con derechos humanos, salud, alimentación, educación, medio ambiente, asistenciales, desarrollo social, científicas, culturales, entre otras.

Una característica distintiva de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) son los recursos de que disponen estas organizaciones, tanto financieros como humanos, se trata de las donaciones provenientes de la cooperación internacional, nacional y de ciudadanos, así como de los recursos humanos voluntarios, sin paralelo en la empresa privada y en la administración pública. Esta distinción les permite, al menos en teoría, que puedan disponer de recursos ilimitados, siempre que estén en condiciones de saber y poder atraer suficientes donativos o trabajo voluntario.

El financiamiento para las OSC mexicanas ha disminuido, las carencias sociales crecen y sus capacidades se disminuyen.

Las medidas adoptadas a raíz del covid-19 (confinamientos, cancelación de eventos, cuarentenas obligatorias en algunas Entidades) han agravado este panorama, dificultando aún más la sostenibilidad de las OSC mexicanas, por la cancelación de eventos y otras actividades de recaudación de fondos, y por la disminución de ingresos provenientes de fondos públicos.

México, por ser un País de Renta Media, ha perdido atención de donantes que están volteando más a ver los países de África y Asia.

Según el Banco Mundial, la economía global está en la peor recesión desde la Segunda Guerra. Esto señala una gran disminución en la cantidad de donativos en este año.

Asimismo, a esto se suma el hecho de que últimamente en México, los apoyos gubernamentales han ido en declive.

Las OSC han perdido el 74% de los subsidios gubernamentales; es decir, más de cuatro mil 597 millones de pesos anuales en la actual administración federal.

De acuerdo con una revisión a las cuentas públicas, en 2018, se destinaron seis mil 209 millones de pesos, en 18 mil 880 acciones de apoyos directos o por convenio a dichas organizaciones; en 2019 sólo se canalizaron mil 841 millones de pesos.

En comparación, en 2020, durante el segundo del actual gobierno, la cifra disminuyó a mil 611 millones de pesos.

El presidente mantiene una confrontación abierta con organismos sociales, su posición la definió desde los primeros días de su gestión sobre ese tema, cuando dijo: “Nosotros ya no vamos a entregar recursos a organizaciones ni a fundaciones, para eso es el gobierno, esto debe quedar muy claro”.

Por lo que para comprender la vida de las OSC se hace necesario inferir que el financiamiento se vuelve crucial, un elemento que puede salvar en cierta medida esta situación, sería   la presencia de actores que permitieran mediar las relaciones entre grupos de OSC nacionales, así como a las agencias de gobierno, y atenuar con esto, las amplias diferencias que pueden existir entre las capacidades y el poder de ambos grupos, pero, sobre todo, promover una cultura de donación.

#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.