¿Si o no?, Torre pediátrica, matrimonio igualitario y uso lúdico

Que dice el Secretario de Salud que siempre no, que no hay variante Delta. Pues pónganse de acuerdo porque en los diarios y portales de noticias dijo que sí y luego que no y no es cosa de andar tanteando doctor, esto es serio, muy serio. Así que vámonos poniendo de acuerdo, o sí o no pero ya. 

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De nuevo la Torre Pediátrica adyacente al Hospital General de 20 de Noviembre en Veracruz está en el centro del huracán mediático. El edificio, en deplorable estado, no puede seguir así, así que le meterán mano a la voz de ya para ver si ahora sí queda en situación de brindar un servicio acorde a la noble idea que lo anima que es la de atender a la niñez veracruzana. 

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Anduvo por Veracruz hace unos días la diputada Adriana Paola Linares Capitanachi, presidenta del Congreso del Estado, quien advierte que el tema de los matrimonios igualitarios sigue sobre la mesa de debates y eventualmente pronto será ley. Lo anterior es buena noticia en tanto evitará que futuros contrayentes tengan que transitar por los breñales del aparato jurisdiccional para obtener un amparo y así poder celebrar el ritual cívico que obviamente don Melchor Ocampo no pensó así. Los tiempos cambian y la ciencia avanza que es una barbaridad y los ciegos guían a los sordos. 

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Mientras tanto, en la ciudad de México la Tremenda y Suprema Corte de Justicia de la Nación dice que deberá legislarse sobre el uso lúdico de la marihuana. Así que los marihuanos dejarán de serlo para volverse juguetones. Lo que hay que ver. Ojo, la Corte dijo también que no todo uso deberá considerarse lúdico. 

Lo correcto sería legislar con severas penas todo lo vinculado a cualquier alucinógeno, pero como en estas horas de confusión nadie parece estar del lado correcto, o el lado correcto dejó de serlo, ándenle, liberalicen todo, total. 

Al parecer esta Corte –tremenda, tremendísima—a cuyo presidente le obsequiaron un dardo envenenado de dos años más, no tiene ideas claras sobre el daño social, cultural, sanitario, físico que crea en las personas cualquier adicción, por más juguetona que sus sentencias, autos y resoluciones, sean. ¡Mozooo, dos carrujos pa´la sala en cuestión y un té de boldo para esta columna! ¡Ahreee! 

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@AutorGuerra