Ser contracíclico

Uno de los retos más grandes que se presentan ante la crisis es superar el miedo para poder encontrar un camino, no solamente para mitigar los efectos de la crisis, los vaivenes, las decisiones difíciles que se tiene que adoptar, sino inclusive superarlos y encontrar la posibilidad de crear valor ante la propia crisis.

La crisis por definición es un desacomodo caótico del orden preestablecido que necesariamente implica repensar, adaptarse, tomar un cause nuevo, distinto, desapegarse, desprenderse... Un derrotero diferente al que implica ese ciclo que empieza a ser pernicioso, que empieza a ser negativo, que empieza a generar una gama de vicios, de taras en nuestra vida, en nuestra empresa, en nuestro negocio, en nuestro trabajo, que solamente deteniéndolos y arrancándolos de cuajo y cambiando violentamente el rumbo, se puede detener y, por supuesto, se puede cambiar.

Es muy difícil tomar decisiones en contra del ciclo,sobre todo porque uno está precisamente dentro del ciclo, totalmente copado, distraído, estresado, obnubilado y es muy probable que el propio ciclo de la crisis te empiece a generar progresivamente una ceguera, una sordera que no te permiten ver que existen otras alternativas y otros caminos. Pero precisamente ahí es donde se encuentra la virtud, allí surgen las leyendas y los campeonatos, en ese momento en el que todo es oscuro, en el que la nube negra parece haberse estacionado arriba de tu cabeza y no moverse jamás.

La crisis que ha provocado el Covid, de la que apenas ahora estamos sintiendo sus efectos en materia económica, en cuanto al propio orden social, en cuanto al balance de las fuerzas y de los contrapesos que existen en la dinámica de vida, nos está llevando a un sitio que, de no remar diferente, de no enfrentar la marejada que nos está aventado contra la costa, contra las rocas, anuncia que simple y sencillamente todo va a terminar mal.

La gente añora el pasado, y hablamos de cuando nos tocaron las otras crisis -las de antes-, de cómo fue, de cómo la veíamos, pero la verdad es que esta crisis es inédita para todos, esta tiene tales proporciones, tal profundidad, tal calado, que es simple y sencillamente imposible anticipar sus consecuencias, pero por eso es el momento de tomar decisiones, de volver a abrir los ojos, de pensar diferente, de darse un duchazo de agua helada y voltear a ver que tenemos que deshacernos de muchas cosas, deshacernos de la grasa que ya traemos en el cuerpo, de ese confort al que ya nos habíamos acostumbrado, de ese halo de protección que nos permitía exculparnos, encontrar excusas y justificarnos por no alcanzar todos nuestros objetivos trazados.

Este es un momento inédito también para poder dar ese paso, dar ese golpe de timón y conducir de manera valiente e inteligente en contra de la corriente, sabiendo que existen riesgos muy grandes pero también sabiendo,que de poder superar esas olas de la marejada que están llegando a la orilla de la mar, podemos encontrar aguas más mansas, aguas que nos permitan navegar y buscar ese destino perdido y, sobre todo, nuevos horizontes que ni siquiera habíamos imaginado existían, pero que ahora los podemos hacer nuestros acaso de mejor manera, acaso de manera distinta, abandonando costumbres, abandonando hábitos, quitándonos esas obsesiones que teníamos.

Y ahí viene esta oportunidad de ser contracíclico, de ir en contra de lo que todos adivinamos que es la corriente y a donde nos está llevando esta crisis profunda que estamos viviendo, es la gran oportunidad de descubrir esos skills, esos talentos que probablemente tenías escondidos, o desarrollar los que ya tenías y llevar a tu máxima expresión el potencial de tu mente, de tu intelecto y hacer que tu IQ verdaderamente se ponga al servicio de la construcción de un futuro de mejores y nuevas oportunidades.

Ser contracíclico es una buena idea, ser contracíclico es una buena opción, ser contracíclico implica vencer el miedo, vencer los rumores, vencer las voces y fuerzas que tratan de acallarte o que tratan de hacerte pensar que estás viviendo una locura; ser contracíclico, en fin, es la opción para crear ese gran valor que siempre soñaste.

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