He leído varias columnas de periodistas distinguidos que el único tema que abordan es sobre los miles de contagiados, así como el elevado número de muertos por el COVID-19 y la pérdida de empleos, el cierre de empresas y la economía de México por los suelos.
Lo increíble de estas personas con grados académicos y que disertan de manera racional, que sus redacciones están bien elaboradas y podíamos calificarlas como razonadas con fundamentos estadísticos comprobables, en lo único que distorsionan de fea manera y sin ninguna congruencia es en señalar como culpable al gobierno de Morena de Andrés Manuel López Obrador, como si fuera el vector epidémico convertido en virus y responsable que los miles de empresarios no hayan sido previsores sobre estas recurrentes enfermedades que azotan a todos los países del planeta.
Como si el virus lo trajera en su cuerpo el tabasqueño y sin tomar ninguna consideración ni siquiera la mínima precaución se lo trasmitiera al pueblo mexicano y de una manera especial a la gente más desvalida en contradicción a su lema preferido de protección y ayuda de primero a los pobres.
Si esto fuera el caso entonces había que culpar como principal culpable al presidente de China Xi Jinping por ser el primer país donde se descubrió el virus y causó tantas muertes y por el mismo motivo deberían de ser acusados los presidentes de los países de Europa y Donald Trump de los Estados Unidos; en América Latina con mayor razón al de Brasil, Jair Bolsonaro.
Con el perdón de los lectores pero estos seudoperiodistas que acusan López Obrador de la pandemia que afectó a todos los países del mundo sólo merecen los peores calificativos y quitarse las máscaras de sus ideologías de la derecha extrema del neoliberalismo que no ocultan el odio y coraje de haber perdido sus privilegios económicos y lamentablemente compartimos el espacio en este medio impreso que no puede ocultar su independencia y pluralismo a carta cabal, desde que naciera como una Voz en Libertad.
Por principios y ética universitaria en las aulas de las reconocidas facultades de Comunicación evito dar sus nombres que son bien conocidos en el estado de Veracruz y la ciudad de México por militar en partidos políticos de oposición a los de Morena que actualmente ostentan dignamente el poder.
Nunca en la historia de México había sido un presidente de México tan cuestionado como el tabasqueño López Obrador. A los comunicadores que muestran su odio hacia el mandatario que puso término a sus costosas prebendas económicas en su gran mayoría no son periodistas de oficio, no se les reconoce como reporteros o redactores que hayan trabajado en un medio de comunicación, son personas que tienen otra profesión muy ajena a la información diaria.
Existe entre ellos una proliferación de políticos frustrados y varios de ellos se acercaron a este reportero cuando fue director del Colegio de Periodistas con el fin de que fueran reconocidos, olvidando que el colegiado es igual al que existe entre notarios públicos o médicos especialistas que requieren tener el título de profesión de esta actividad noticiosa para ser miembros reconocidos como miembros del Colegio de Periodistas. Institución que desapareciera el gobernador Javier Duarte de Ochoa por temer a la verdad de su desastrosa administración.
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