De pronto la noticia del martes en las postrimerías de las campañas electorales en Veracruz, donde se elegirán a cinco competidores de representación popular, fue que cuatro diputados locales de Morena abandonaban la bancada para crear y declararse como un grupo parlamentario independiente.
Los mercadólogos políticos consideran ese tipo de desprendimientos o “quiebres” como una prueba de fuerza entre las corrientes políticas para buscar –con estas acciones- convencer a los indecisos en la recta final de la contienda.
Lo cierto es que no suenan nada raro estas rupturas si hacemos un poco de memoria sobre los 4 legisladores ahora sin partido político que los represente.
Y es que en su momento trascendió que 20 diputados locales buscaban su reelección en este proceso electoral, y en esa lista aparecían tres de los cuatro parlamentarios que se la “jugaron” con la ex “corcholata” presidencial Marcelo Ebrard Casaubón.
Los diputados locales que se declararon “marcelistas” y querían repetir en la curul, eran entre otros, Marco Antonio Aguilar por el distrito de Acayucan, Fernando Arteaga Aponte por la demarcación de Veracruz urbano y Lourdes Juárez Lara por Córdoba.
Es decir, dos de los cuatro diputados que hoy salen de la fracción parlamentaria nunca estuvieron con el proyecto que a nivel nacional encabeza Claudia Sheinbaum y en el estado, Rocío Nahle García. Fueron “marcelistas” y en su momento, con Marcelo estaba el apestado por Nahle, el diputado federal, Sergio Gutiérrez.
De manera que en ambos casos no tiene nada de raro ni de sorprendente que hoy se declaren diputados independientes ya que se confirma que sus ambiciones personales pudieron más que las del partido que en su momento los cobijó.
Puesto que al no ver cumplidos sus deseos de ser elegidos para ir en la lista de la reelección decidieron irse, aunque realmente ya no estaban.
Las cosas pudieran ser diferentes si estos hubieran seguido el ejemplo de su “corcholata”, pues el ex canciller decidió quedarse en las filas del partido guinda pese a que perdió la contienda interna y aunque hizo el berrinche de su vida al final se disciplinó y le alzó la mano a la abanderada.
Por cierto, que a esos cuatro faltó sumarse un diputado más, el de Medellín, Magdaleno Rosales.
Y es que está tan enojado por lo mismo y porque no obtuvo la candidatura a diputado federal, que recién lanzó en sus redes sociales:
Buenos días, el pulso que traigo es que hoy por hoy estamos ante un eminente empate técnico y no lo digo por las encuestas, lo digo con mucha responsabilidad porque la gente lo dice en las calles, en el taxi, en los súper mercados, en el bus, en los planteles educativos, en todas las dependencias de gobierno y autónomas”.
Y Magdaleno Rosales da casi por perdido en estas elecciones a su partido al agregar: “Y repito en dependencias gubernamentales, los que dicen y repiten el discurso de que llevan 30 puntos arriba me párese (sic) un acto de irresponsabilidad, pero bueno ese es mi punto de vista y mi pulso ciudadano, es la primera vez que comento el tema en este grupo, espero no ofender a nadien (sic), saludos.”
Así el diputado Rosales con lo que dice, se trata de un comentario de cuates.
En tanto el politólogo Víctor Ochoa sobre uno de los legisladores que se declararon independientes, Fernando Arteaga Aponte, le recuerda que no hay congruencia con su decisión porque mientras se separa de Morena, sus familiares tienen o continúan con un cargo en el gobierno federal, obtenidos en este sexenio con el partido Morena.
Entonces le dice y le recuerda: “A las posiciones políticas que tienen en la secretaría Bienestar, que renuncien a los espacios que obtuvieron y de los que se beneficiaron económicamente durante un largo periodo. Digo, no?”
Así la grilla, en todos lados se cuecen habas.
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