La migración en México no es un fenómeno nuevo, pero su manejo se ha convertido en un termómetro de la relación bilateral con Estados Unidos.
En los últimos años, el flujo de personas que atraviesan el país rumbo al norte ha sido un tema recurrente en la agenda política, tanto nacional como internacional. Sin embargo, lo que ocurrió el pasado fin de semana en las carreteras del sur de Veracruz no es un hecho aislado, sino un síntoma de un problema más profundo: la creciente influencia de las políticas migratorias estadounidenses en las decisiones de las autoridades mexicanas.
La reactivación de las detenciones de migrantes por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) no solo refleja un cambio operativo, sino también una clara respuesta a las presiones del gobierno de Donald Trump.
El caso de Veracruz es ilustrativo. Durante meses, el retén migratorio en Santa Catarina, del rancho "El Peñón", operó de manera simbólica, permitiendo el paso de migrantes casi sin restricciones.
Sin embargo, en los últimos días, las detenciones han aumentado significativamente.
Según testigos, las autoridades han comenzado a trasladar a grupos de migrantes en unidades del INM, algo que no ocurría con frecuencia en el pasado reciente.
Este cambio coincide con las advertencias del gobierno estadounidense, que exige resultados concretos en la contención del flujo migratorio.
No es casualidad que, paralelamente, el gobierno mexicano haya desplegado 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte. Se trata de una estrategia que busca, ante todo, complacer a Washington.
YA USAN LAS VAN QUE TENÍAN ESTACIONADAS
El pasado domingo se observó que al menos dos unidades tipo van de la Secretaría de Gobernación, asignadas al Instituto Nacional de Migración, trasladaban a migrantes detenidos por estas vías. En una de ellas iban más de 10 personas, la unidad incluso era escoltada por una patrulla de la policía estatal; en la otra, apenas seis. Han activado vehículos que casi siempre permanecían estacionados o eran utilizados para trasladar a elementos de la dependencia.
Durante muchos meses, el retén de Migración ubicado en el predio de seis mil metros cuadrados de Santa Catarina, en el rancho "El Peñón" —que ocupa de manera ilegal el INM—, fue solamente una puesta en escena que, en contadas ocasiones, sirvió para detener la migración y, en muchos menos casos, para la confiscación de droga.
Hoy, tras las advertencias del gobierno norteamericano, parece que la indicación es ponerse a trabajar.
Y es que ahora no solamente será un tema de percepción, sino de darle números a Trump para demostrar que México está haciendo algo para contener la migración.
SE METEN POR LOS RANCHOS
Es un secreto a voces que los migrantes se deslizan por algunos ranchos para evitar pasar por el retén migratorio.
Se asegura que se trasladan en autobús desde Agua Dulce o desde otros puntos como Las Choapas.
Le piden al chofer que los baje en el portón de entrada a un rancho, unos 100 o 200 metros antes de llegar a la estación de revisión migratoria en la carretera Coatzacoalcos-Agua Dulce. El chofer se detiene y grita: "¡Parada en El Portón!".
De acuerdo con testigos, se ha llegado a constatar que hasta 30 migrantes descienden de la unidad de transporte —"unos autobuses verdes", dicen—; algunos más se bajan en el pueblo de Santa Cecilia, una localidad cercana. De ahí empiezan a caminar.
En algunos casos, llevan pinzas con las que rompen los alambres y se adentran en los ranchos; incluso los han llegado a detectar bañándose en las represas que se ubican por la zona.
Rodean el retén migratorio y salen por el área conocida como Las Palomas, que lleva a ejidos como La Esperanza, perteneciente a Coatzacoalcos.
ROBAN A MIGRANTES
Es un modus operandi que incluso el mismo equipo de Migración conoce, al igual que la Guardia Nacional, por avisos que han recibido de algunos propietarios de predios cercanos a la zona.
Estos, desde hace tiempo, han decidido no comentar el tema, ya que, según sus testimonios, los migrantes llegan a ser víctimas de estos elementos de seguridad: los despojan del dinero que traen, y suele ser peor para ellos.
Durante el sexenio pasado, prácticamente se dio paso libre a todo aquel indocumentado en territorio mexicano que cruzaba por este espacio. Hoy, las detenciones han regresado.
Por cierto, el dueño del predio de Santa Catarina, en el rancho "El Peñón", sigue reclamando el pago de rentas al invasor Instituto Nacional de Migración, que ha operado ahí por más de seis años sin gastar un peso.
AL OÍDO
El PAN presumió ayer tener una convocatoria "abierta" para candidaturas municipales en Veracruz, pero dicen los que saben que la realidad es otra.
De acuerdo con sus sondeos, no hay muchos candidatos y menos que puedan pagar su campaña, porque no hay dinero para financiarlas a nivel estatal.
La simulación de apertura no oculta la mano del Comité Ejecutivo Nacional, que terminará definiendo a los elegidos.
Mientras tanto, los mismos discursos de siempre: críticas al gobierno de Morena y promesas de cambio sin autocrítica.
Hoy, entre procesos internos controlados y declaraciones vacías, su oferta política sigue siendo la misma: más de lo mismo. Veracruz necesita alternativas reales, no reciclajes políticos.
Contáctanos:
joluperezcruz@hotmail.com
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |