La industria petrolera nacional se encuentra casi paralizada, porque no se han renovado los contratos a las empresas nacionales y extranjeras de los equipos de perforación y reparación de pozos. Y a pesar de eso se aumenta la producción de crudo.
Las plataformas petroleras en la Sonda de Campeche, sólo operan al mínimo porque son las que pertenecen a Pemex, y la producción de crudo está estable, con los pozos que están en producción desde hace varios años, cumpliendo con el abasto a la cuota de exportación al alcanzar un promedio de un millón seiscientos mil de barriles diarios, con un aumento sensible a pesar de la falta de operación y de la cancelación de contratos a las empresas que venían operando de forma normal.
El desempleo en Pemex es real, pero nadie dice nada de la compleja situación económica en donde el personal de perforación sindicalizado y de confianza, lo ubican en tareas administrativas de oficina, cuando su centro de trabajo es el campo en las plataformas y equipos de perforación de pozos.
Pero en la falacia del no endeudamiento, hay muchas dudas en torno de las finanzas nacionales por la crisis a causa de la pandemia, con desempleo y muchos efectos colaterales, ya comienzan a surgir entre la mayoría de la población con el único elemento de defensa de los ciudadanos, que es el “voto de castigo” para las elecciones de este año, que se presume se espera de mucha gente en contra del partido en el poder “Morena”.
Las repercusiones a la ansiedad de la población a las grave problemáticas del año 2020 difícil que ya se fue, son parte del rencor, odio y dolor, en donde lamentablemente darán un veredicto duro de entender, porque al parecer la decisión de millones de mexicanos será la de volver al pasado y de los robos, la impunidad, corrupción violencia, abuso de poder, y todos los malos ingredientes, que se comparan con el hecho de la suspensión de muchos programas en materia de salud y de protección al empleo.
Las medidas de aumento al salario mínimo y de aumento a la cuota patronal a las Afores, a la gente no le interesa por algo simple y sencillo, millones se quedaron sin empleo, y esas medidas son dudosas y efímeras, ahora se vive el presente y el mañana quien sabe.
La espada de Damocles electoral ronda ya, y en el sigilo la gente se prepara para darle al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, un susto como ya pasó en Coahuila e Hidalgo, y como ha sucedido en otros periodos del poder político en este país.
Por cierto, de los programas de bienestar y del campo no han sido suficientes, en Veracruz, el súper delegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y sus desafíos a superar muchos problemas, contrario a la política de austeridad del presidente AMLO, para contrarrestar su mala imagen, alguien envió canastas navideñas en su nombre a conocidos de la prensa.
Con la próxima presencia del presidente AMLO en Veracruz, se dice que ahora sí será para que den los cambios esperados para la recta final del segundo aire, al gobierno estatal y al famoso delegado veracruzano, que no puede despegar por los desencuentros entre unos y otros, en los grupos de poder de siempre.
El divisionismo en Morena, permea entre algunos de los funcionarios estatales y federales en el estado de Veracruz, se ve un desafío al presidente AMLO y al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, como si se tratara de una “isla” en el propio territorio nacional, por el clásico divisionismo de intereses políticos.
Mientras, la militancia morenista, trabaja a marchas forzadas en una realidad estoica que es lo importante en la filosofía democrática del presidente, de no caer en los fraudes electorales.
Se trata de un problema político serio entre los grupos de poder, que no se ponen de acuerdo en la unidad. Aunque los operadores verdaderos de Morena del centro país, se adelantan ya decir de un rotundo triunfo, arrollador en las elecciones de este año como resultado de la llegada del segundo tsunami de AMLO.
Aunque, los partidos políticos andan desesperados como los de la famosa alianza Frankenstein y del chiquitaje, surgen desaforados en la celebración anticipada a sus pretensiones tribales de volver al poder con un ansia inusitada, de sus conductas de “presupuestivoros” muy peligrosa para destruir todo lo que se ha tratado de avanzar en la Cuarta Transformación en dos años con el orden presupuestal y sus restricciones.
En concreto se ve el difícil panorama para el 2021 en todo el país, para el arranque de la economía nacional con muchas dificultades, pero en algo real al presidente AMLO, le salen bien las cosas, y sus muchos logros se los andan regateando algunos personajes de la derecha, preocupados por lo que viene este año.
Hay que esperar que en el campo de la democracia se definan las cosas a través del real voto ciudadano. Así las cosas.
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